En 1998 se duplicaron las devoluciones de inmigrantes ilegales en Girona

Las cifras de repatriaciones de inmigrantes en situación ilegal, en su mayoría interceptados por las fuerzas de orden público de las comarcas gerundenses cuando pretendían cruzar la frontera hispano-francesa, se han visto incrementadas considerablemente durante el año 1998. De las 53 devoluciones de extranjeros de 1997 se ha pasado a las 122 del año pasado, según informó ayer el subdelegado del Gobierno en Girona, Robert Brell. Este contingente humano estaba integrado en su mayor parte por súbditos marroquíes que fueron detenidos mientras esperaban un transporte ilegal, ocultos en la espesura del bosque, o en el momento en que se disponían a cruzar la frontera a bordo de un camión-patera. La devolución sólo puede llevarse a cabo cuando la persona interceptada acaba de entrar en el país, encontrándose todavía en situación itinerante, y comporta la repatriación forzosa. En cuanto a las propuestas de expulsión de extranjeros, que conllevan la prohibición de volver a España durante un periodo de dos años, sólo han podido ser ejecutadas un 9% del total, cifra que supone un ligero descenso respecto a las cifras de 1997. El año pasado fueron dictadas 740 propuestas, de las cuales únicamente 66 pudieron ser cumplimentadas. La falta de documentación para acreditar la nacionalidad, la ausencia de un domicilio fijo y la existencia de causas judiciales pendientes de los inmigrantes que se pretende expulsar son algunos de los motivos que, según Brell, entorpecen la cumplimentación de los expedientes. En 1997 la cifra de expulsiones ejecutadas fue de 76 sobre un total de 644 propuestas, un 11% del total. En medios policiales y judiciales es de sobra conocido que muchos pequeños delitos cometidos por inmigrantes en situación ilegal tienen como único objetivo dificultar una posible expulsión. Durante el pasado año también aumentaron las cifras de las llamadas salidas obligatorias, que se cursan cuando se supera el periodo de estancia turística de 3 meses. La mayoría de estas salidas -168 durante 1998- tuvo que ser dictadas contra súbditos de países del este. Entre los transportes de inmigrantes ilegales detectados por la policía en las comarcas gerundenses durante el año pasado destaca el camión-patera interceptado por los Mossos d"Esquadra en Sils (Seva) en el que viajaban ocultos, junto a un cargamento de botes de comida infantil, 32 inmigrantes ilegales. El conductor del camión fue absuelto por falta de pruebas.