Un nuevo documento de Lizarra plantea contactos "silenciosos" con PP y PSOE

Los partidos firmantes del Pacto de Lizarra trabajan con un borrador, titulado Foro de Lizarra-Garazi: Planificación de la actividad del Foro, en el que se plantea la necesidad de hacer un trabajo "profundo y silencioso" con aquellas formaciones políticas que se han quedado fuera del acuerdo, para romper la imagen de frente abertzale que se ha ido creando en torno al acuerdo suscrito en Estella. El documento, que será debatido por la Asamblea de Lizarra, el 16 de enero, recoge una síntesis de todas las propuestas planteadas por los firmantes.

El texto de síntesis elaborado a partir de las aportaciones de los firmantes del acuerdo expone detalladamente en cuatro folios la estrategia y metodología que piensan seguir en los próximos meses para alcanzar los objetivos políticos que fijaron en su día en el Pacto de Lizarra, y lograr la plena pacificación del País Vasco.En esta línea, el documento está dividido en los siguientes apartados: Introducción; Organización; Infraestructura; Socialización; Dinámicas a nivel local; Campaña técnica; Movilizaciones; Planificación Económica y, finalmente, Calendario.

Los firmantes de Lizarra precisan en su análisis político que el Foro de Lizarra es un instrumento que ha nacido para facilitar el proceso de paz, al tiempo que precisan que su objetivo no es definir una agenda, sino "socializar" la necesidad del propio proceso. En este sentido, señalan que los principales obstáculos que hay en estos momentos para avanzar en el proceso de paz, tras cuatro meses de tregua, es el clima "enrarecido" que se produjo en las últimas elecciones autonómicas vascas entre abertzales y no abertzales, que llevó al límite de esta dialéctica y dificultó las necesarias conversaciones para un proceso de paz.

"Además, lo que supone Lizarra se ha mezclado en los medios de comunicación, convirtiendo lo que es un frente de paz en un frente abertzale. Lizarra, el ámbito vasco de decisión, junto con la Asamblea de Municipios Vascos se han utilizado como símbolos para dibujar el frente abertzale, uno de los principales instrumentos de los que quieren entorpecer el proceso de paz", se afirma en el texto.

En su análisis, los firmantes de Lizarra reconocen que la metodología que se define en el acuerdo hay que echarla por tierra porque han sido "muy pocos" los partidos que quedaron fuera del ámbito del acuerdo que se hayan colocado públicamente dentro del esquema que se define en el mismo. "Lo que ha ocurrido en los últimos meses, aunque parezca mentira, es que los que se sitúan a favor de un proceso de paz deben jugar todavía a la defensiva. Aquellos que no se han movido nunca les acusan de frente abertzale, chantaje e imposición. Parece que según el discurso oficial que se utiliza en la mayoría de los medios de comunicación, el proceso, el compromiso y la preocupación son un gran pecado", lamentan.

Para superar esta situación, proponen hacerle saber a la opinión pública, una y otra vez, que el Pacto de Lizarra está hecho únicamente en clave democrática y que las acusaciones en clave abertzale carecen de fundamento y que los partidos que se consideran democráticos no deberían tener ningún problema con su contenido.

En esta línea y para superar el "grave" problema de comunicación al que tienen que hacer frente, proponen ejercer medidas en dos campos diferentes de acción: en uno público y en un segundo que califican de "silencioso". En el primero, el objetivo es socializar el Pacto de Lizarra y, en el segundo, hacer un trabajo "profundo y silencioso" con aquellos partidos que se han colocado fuera del ámbito de Lizarra y con algunos medios de comunicación para facilitar la comunicación pública. Incluso aconsejan que esta segunda fase, en la medida de lo posible, se realice antes de la primera.