Los inspectores de la ONU en Irak espiaron para Estados Unidos
La revelación periodística de que los inspectores de desarme de la ONU espiaron en Irak para EEUU confirmó ayer las sospechas del Gobierno de Bagdad y de algunos miembros del Consejo de Seguridad y puso en una situación muy comprometida al secretario general, Kofi Annan. Los diarios The Washington Post y The Boston Globe dieron cuenta de la existencia de un informe interno de las Naciones Unidas que asegura que el jefe de la misión, el australiano Richard Butler, y algunos de sus subordinados ayudaron a montar un sistema clandestino de escuchas electrónicas para interceptar y grabar las conversaciones de políticos y militares iraquíes. "No hay pruebas convincentes" de que haya habido espionaje, declaró un portavoz de Annan. Butler negó también las acusaciones. El portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, aseguró que Estados Unidos ha proporcionado "información y tecnología" a los inspectores de la ONU que buscaban armas químicas, biológicas y nucleares en Irak, por lo que la Unscom no ha espiado para EEUU, sino que "la situación fue al revés". Sin embargo, un alto responsable estadounidense reconoció anoche que Washington habría podido recibir informaciones militares de más amplitud y reveló que no había "barreras artificiales" entre estas informaciones y las de la inspección. La idea, según algunos medios, es que, al facilitar a la Unscom los medios para espiar a los responsables iraquíes de los arsenales, se habría obtenido también información sobre la guardia personal de Sadam Husein. En definitiva, que Estados Unidos pretende crear la impresión de que se ha beneficiado de "tráfico de información" más que de espionaje propiamente dicho.
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