La Inspección investiga un caso de trabajo infantil en la vendimia alavesa

La subcontratación de temporeros en la vendimia en la Rioja Alavesa persiste pese a los esfuerzos de la comisión formada el año pasado por los ayuntamientos de la zona, la Diputación, Cáritas y el sindicato UAGA (Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava). La Inspección del Trabajo investiga incluso un caso de trabajo infantil. El sindicato reclama mayor colaboración a las autoridades portuguesas, país del que procede la mayoría de los temporeros, para que éstos traigan sus contratos regularizados en el país de origen.

Elaborar un convenio colectivo es otra de las tareas de UAGA, aunque la escasa duración de la campaña en la Rioja Alavesa, apenas un mes, dificulta la labor. De la persistencia de irregularidades dan fe los dos expedientes abiertos por la Inspección de Trabajo y la investigación en curso sobre un caso de subcontratación y otro sobre un niño de nueve años, descubierto en las labores de recogida acarreando cestos cargados de uva. No obstante, la situación del colectivo ha mejorado notablemente en los últimos cinco años. Tanto la Inspección de Trabajo como el sindicato consideran que se trata de "hechos aislados". También liberan de responsabilidad a los propietarios de los viñedos, para orientar las acusaciones hacia los intermediarios, especialmente portugueses, que operan en este tipo de campañas agrícolas. UAGA sólo encuentra un modo de terminar con las irregularidades y con los intermediarios que se llevan la parte del león de los salarios de los vendimiadores: que los contratos se hagan en los países de origen, Portugal en una inmensa mayoría de los casos. El responsable de UAGA, Eduardo Aginako, reclama "una mayor colaboración de las autoridades lusas". Aginako señala que la resistencia de los padres a que los niños asistan a la escuela mientras ellos trabajan es una dificultad añadida. La Inspección de Trabajo encuentra dificultades para contactar directamente con los trabajadores, a menudo sin domicilio fijo. La única referencia suele ser un teléfono móvil, casi siempre del intermediario, que, pese a aparecer como jefe de la cuadrilla se suele limitar a obtener beneficios de la mediación, explica el director de la Inspección en Álava, Carlos García.