Los fallecidos en la carretera aumentaron el año pasado un 26% en Navarra y un 17% en Euskadi El balance de 1998 confirma la quiebra de la clara tendencia descendente desde 1990

VIENE DE LA PÁGINA 1 El incremento de medidas de seguridad tanto en los vehículos como la mejora de la red viaria no han impedido que a lo largo de 1998 se haya incrementado el número de siniestros automovilísticos en las comunidades vasca (17%) y navarra (26%). Según datos de la Dirección General de Tráfico, en el País Vasco y Navarra se registraron el pasado año 44 muertos más que en 1997. Este negro balance quiebra la trayectoria descendente de la mortalidad en carretera que se venía registrando ininterrumpidamente desde hace siete años. El pasado año fueron 160 las personas que perdieron la vida en las carreteras del País Vasco y 92 en Navarra, frente a las 136 y 76 víctimas mortales, respectivamente, de 1997, según la estadística facilitada por la Dirección de Tráfico del Ministerio del Interior. Este trágico balance de fallecidos tiene su correspondencia en la cifra de accidentes con víctimas mortales. En la Comunidad Foral fueron 75 el año pasado, frente a los 66 de 1997, y en el País Vasco, 160 frente a 136. Proporcionalmente, el mayor incremento de la siniestralidad se alcanzó en Navarra, que cuadruplica el índice de crecimiento registrado en el conjunto de España 6,2%. Aunque el control del tráfico es una competencia exclusiva del Gobierno vasco, el Departamento de Interior no facilitará hasta la próxima semana sus datos oficiales sobre 1998. No obstante, los resultados acumulados hasta octubre por la Dirección vasca de Tráfico ya fijaba un incremento, en los diez primeros meses de 1997, de un 23% con respecto a las mismas fechas del ejercicio anterior. Destacaba también la escasa edad de los fallecidos, ya que un tercio de ellos no había cumplido los 24 años y un 67% tenía menos de 44 años. Esta inquietantes cifras llevaron al Gobierno vasco a dedicar una atención preferente al problema y declarar 1999 como el Año de la Educación Vial y celebrar un congreso internacional sobre la cuestión. Las consejerías de Interior y Educación tendrán que coordinar un plan de campañas para intentar concienciar a los conductores, sobre todo a los jóvenes, del peligro que entraña una conducción sin experiencia o después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol. Muchos de los accidentes que se producen entre los más jóvenes en las carreteras se deben, según el Departamento del Interior, a la inexperiencia o al consumo de bebidas alcohólicas. Los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) demuestra que las comunidades vasca y navarra no podrán cumplir las expectativas de rebajar en un 40% la siniestralidad vial, que ha sido recomendada por la Unión Europea para el 2010. Puntos negros Las carreteras con mayor índice de siniestralidad, en relación al tráfico que soportan, de la red viaria vasca son la que unen las localidades de Bergara con Beasain, Amorebieta con Bermeo. Además de la carretera nacional que enlaza Vitoria con Bilbao a través del puerto de Barázar. Guipúzcoa es el territorio de la comunidad vasca en el que se produce un mayor número de siniestros, un 65% más que el ejercicio de 1997. La carretera GI-632, que une Bergara con Beasain, es uno de los puntos negros más importantes de la red viaria. Otra de las zonas en las que se registran graves accidentes es en la carretera de circunvalación de San Sebastián, en el tramo entre Añorga y Pasaia. En la A-8 , la autopista que une Bilbao con Behobia, el mayor número de siniestros se registran en las salidas a San Sebastián y Bilbao.