Las tribus en disputa marcan el calendario

El principal escollo para la confección del censo electoral del referéndum del Sáhara sigue siendo la identificación de los miembros de las tres tribus apoyadas por Marruecos y cuestionadas por el Polisario. La fórmula planteada por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para desbloquear una situación que él mismo define como de "punto muerto" estriba en iniciar el proceso de recursos, apelaciones y reclamaciones para los solicitantes ya inscritos, al mismo tiempo que la identificación de los aspirantes de los grupos tribales conflictivos. Como advierte el Consejo de Seguridad en su resolución 1.215, del pasado 17 de diciembre, la aplicación de esta propuesta de Annan "podría demostrar claramente la disposición de las partes de acelerar el proceso del referéndum". La disputa sobre la inclusión en el censo de nuevos votantes marca el calendario diseñado por la ONU para la celebración de la consulta. El secretario general desea que el periodo de transición -que implica el despliegue de una fuerza militar internacional en el territorio de la antigua colonia española- se inicie entre los próximos meses de junio y julio, a fin de poder convocar el plebiscito en diciembre.

Naciones Unidas ha amenazado reiteradamente con retirar a su personal del Sáhara ante los sucesivos retrasos en el plan de paz. El coste mensual del mantenimiento de las operaciones de la Minurso asciende a unos 4,7 millones de dólares (670 millones de pesetas).

Otro obstáculo que frena el proceso electoral es la negativa del Polisario a inscribir a los miles de refugiados que, junto con sus familias y enseres, deben ser repatriados al territorio del Sáhara mientras Marruecos no cumpla con el conjunto de las propuestas de Kofi Anan.