UNITA derriba en Angola otro avión de la ONU con 7 pasajeros

Un avión de la ONU, con siete pasajeros a bordo, fue abatido ayer en el centro de Angola por la guerilla rebelde UNITA, según informó la Radio Nacional angoleña y confirmaron posteriormente fuentes de la misión de las Naciones Unidas en ese país. Es el segundo avión de la ONU derribado por disparos de la guerrilla en el plazo de una semana.La Radio Nacional de Angola relató en su principal noticiario de la noche del sábado que un avión Hercules C-130, en el que viajaban varios miembros de las Naciones Unidas, había sido alcanzado por disparos de artillería en Alto Chumbo, muy cerca de la localidad de Huambo (a 598 kilómetros de Luanda), de donde había despegado poco antes. Las fuentes militares citadas por la emisora no aportaron ningún dato sobre el estado de los ocupantes del avión. El pasado 26 de diciembre, otro avión Hercules C-130 de la Misión de las Naciones Unidas en Angola, con 14 personas a bordo -entre ellas ocho observadores de la ONU- fue abatido también por artillería de UNITA cerca de la localidad de Vila-Nova, a 45 kilómetros del aeropuerto de donde había partido el aparato derribado ayer. Según las fuerzas armadas angoleñas, los ocupantes del avión abatido hace una semana resultaron indemnes y han sido hechos prisioneros por la guerrilla rebelde.

El pasado viernes, el Gobierno angoleño dio su conformidad para que la ONU pudiese enviar una misión de socorro que investigar lo ocurrido y trate de rescatar a los pasajeros del avión. La autorización fue transmitida por el ministro de Defensa, el general Pedro Sebastio, a la delegación de las Naciones Unidas. La ONU había anunciado días atrás que su secretario general, Kofi Annan, había decidido enviar lo antes posible a Angola al secretario general adjunto y coordinador para las cuestiones de seguridad, Benon Sevan, para que supervise y agilice el envio de ayuda a la zona del accidente.

Exigencia de ayuda

La representante especial de la ONU, Issa Diallo, transmitió el pasado viernes en Luanda la petición de que tanto el Gobierno angoleño como UNITA den facilidades para que puedan ser rescatados lo antes posible los miembros de las Naciones Unidas.

Los combates entre el régimen de Luanda y UNITA se han recrudecido en los últimos tiempos y los ataques de la guerrilla rebelde afectan a regiones del norte, centro y sur de Angola. Como consecuencia de ese rebrote de la violencia, la ONU ha amenazado con retirar sus cerca de 1.000 observadores, que tienen encomendada la misión de supervisar la aplicación de los acuerdos de paz firmados en Lusaka en 1994. Dichos acuerdos, firmados por el Gobierno de José Eduardo dos Santos y UNITA, habían puesto fin a cerca de 20 años de guerra civil, pero en los últimos meses han rebrotado las acciones armadas de la guerrilla rebelde.