El candidato socialista vaticina cambios próximos en el actual Gobierno catalán

VIENE DE LA PÁGINA 1 Ahora queda por delante, según Maragall, un año de trabajo político en el que "Pujol tiene que hacer de presidente, gobernar, en vez de meternos en campañas sobre pactos fiscales y huelgas de impuestos" ("tancament de caixes", dijo). Convocó a los partidos de la oposición a no ceder a la tentación del electoralismo permanente y sostuvo que ahora hay que plantear en el Parlament los debates que el país requiere sobre sus problemas reales. Citó unos cuantos de los que ya son clásicos en sus enumeraciones: la ampliación del aeropuerto, las grandes infraestructuras, la Fira de Barcelona, la pasividad del Gobierno catalán ante los problemas del campo y de la enseñanza. También cuestiones como el papel de Cataluña en Europa y propuestas como la del democristiano Joan Rigol para la reforma del Senado y la del PSC sobre federalismo fiscal. Aunque no se mostró muy optimista acerca de lo que pueda conseguirse. "Con estos mimbres no se pueden hacer cestos, y con este Gobierno que tienen no aguantarán hasta el final de legislatura", dijo refiriéndose eventuales cambios en el Gobierno catalán. Esta eventualidad fue descartada el pasado miércoles por el propio presidente de la Generalitat, a pesar de que la cúpula de su partido lo considera conveniente. Maragall también salió al paso de la pretensión de Pujol de hacer girar el debate político catalán e incluso el español sobre las propuestas nacionalistas de la Declaración de Barcelona promovida por CiU, el PNV y el BNG. El candidato socialista afirmó que el centro del debate deben ser la ideas de unión y libertad propias del federalismo. "Ésa es la única salida para Cataluña y para España", dijo. Y aseguró que su partido no cesará de batallar para que las adopte también "la familia política de la izquierda española". Maragall recordó que él siempre creyó que, pese a las incitaciones que recibía desde la propia Convergència, no debía lanzarse a exponer un programa electoral. como si las elecciones estuvieran a la vuelta de la esquina. "Yo creía que las elecciones debían ser en noviembre y eso es lo que debía exigirse", explicó. Conseguido, sus planes son continuar con sus previsiones. "Seguiré dedicándome a escuchar a la gente y a trabajar en las líneas maestras de un programa alternativo". A finales de enero se celebrarán, como estaba previsto, las elecciones primarias en el PSC para designarle candidato a la presidencia de la Generalitat. Las declaraciones de Maragall se produjeron al día siguiente de que Pujol anunciara que las elecciones autonómicas iban a celebrarse en otoño de este año. El presidente de la Generalitat apoyó su rectificación en el hecho de que las encuestas demuestran que los ciudadanos rechazan la posibilidad de un adelanto electoral. Pujol también argumentó que, a diferencia de un tiempo atrás, hoy las elecciones catalanas no corren el riesgo de quedar marcadas por el debate político español.