La popular San Silvestre no se resfrió
La lluvia y el frío no hicieron mella en los más de 5.000 corredores que ayer participaron en la decimoquinta edición de la popular San Silvestre de Valencia, que constó de 4.600 metros. La prueba confirmó su buena salud. El buen humor presidió la carrera, que por primera vez repartió premios económicos para estimular a los corredores más competitivos. El joven atleta valenciano José Antonio Redolat repitió triunfo, imponiéndose con comodidad a sus principales rivales, mientras en categoría femenina ganó Sandra Hervás. El abigarrado grupo de participantes recurrió, como es habitual, a los más diversos disfraces para amenizar la prueba. La San Silvestre también reservó su homenaje -se guardó un minuto de silencio- para el piloto valenciano Ricardo Tormo, fallecido el pasado lunes.
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