Xixona reclama la gestión de la futura planta de residuos

La gestión de la planta de compostaje y vertedero controlado que el próximo año podría comenzar a construirse en Xixona deberá estar controlada por el Ayuntamiento. Así lo cree justo su alcalde, el socialista Lluís Garrigós, que se enfrenta así a la postura de la directora general de Calidad Ambiental, Gloria Arnandis, que defendía que el control y la gestión de la planta quedara en manos de la Consejería de Medio Ambiente. "Sólo pedimos que el control no se escape de Xixona ya el día que haya un problema con la basura ningún ayuntamiento irá a sacarle las castañas del fuego al alcalde", dijo Garrigós. El Consistorio ya ha puesto a disposición de la empresa Ingeniería Urbana, SA, los terrenos para construir la planta. Según Garrigós las instalaciones albergarán unas 80 hectáreas ubicadas a unos 5 kilómetros de Xixona. Sobre esta árida zona de propiedad municipal se ha diseñado un proyecto pendiente de aprobación en las consejerías de Urbanismo y Medio Ambiente. Si todo va bien las obras comenzarán en primavera y en un año podrían ir a parar allí los residuos (entre 300.000 y 400.000 toneladas anuales) de L"Alcoià, El Comtat, Foia de Castalla y l"Alcantí, que en la actualidad abocan en El Campello. El coste aproximado de la obra supera los mil millones de pesetas y será aportado por la empresa constructora que, si consigue la adjudicación, deberá abonar al Ayuntamiento de Xixona 5 millones de pesetas más 150 pesetas por tonelada de basura que trate.