"Jonás" emigra con pasaje aéreo

Jonás navegó en el vientre de una ballena. Como el profeta bíblico, la cigüeña negra Jonás "viajó en la panza de una ballena metálica". La historia de este polluelo se presta a las comparaciones bíblicas, como la planteada ayer por Alejandro Torés, miembro de la Sociedad Española de Ornitología (SEO); a los relatos kafkianos; a los artículos de Larra o a las odiseas en el espacio. Jonás, que nació el 2 de junio en la República Checa, debe ser una de las primeras aves del mundo que ha realizado su viaje migratorio con un pasaje aéreo en la compañía Swissair, en un avión que lo dejó ayer, a las 15.00 horas, en el aeropuerto de Málaga. Hasta aquí el símil bíblico. Cuatro horas después, Jonás permanecía en las dependencias aduaneras sin autorización para abandonar el aeropuerto. El administrador de aduanas, Francisco Padín, se negó a permitir la salida del pájaro sin el certificado CITES y el visto bueno de un veterinario oficial. La movilización de la Consejería de Medio Ambiente para facilitar la entrada del polluelo tampoco bastó para salvar el escollo. Varias horas después del aterrizaje, la ornitóloga Cristina Parker todavía seguía bregando con la burocracia para rescatar a la cigüeña del laberinto administrativo y trasladarla hasta la Cañada de los Pájaros, en Puebla del Río (Sevilla). El acontecimiento entraría de lleno en el universo de Larra, o de Kafka. Parker no ocultaba su angustia por la situación del ave, cuya suelta en la desembocadura del Guadalquivir estaba prevista para hoy. La sensibilidad aduanera española -extremadamente rigurosa al proceder de un país no comunitario- dista de la mostrada por la cadena nacional checa Cesky Rozhlas, que en 1995 lanzó el proyecto "Odisea africana", para rastrear los pasos migratorios de las cigüeñas negras, una especie amenazada. Cientos de miles de radioyentes siguen vía satélite las hazañas de las aves. El ejemplar más famoso, Krystina, que viajó en cuatro ocasiones desde Bohemia hasta Senegal, incubó esta primavera cinco huevos junto a su compañero David. Sobrevivieron tres pollos: Ondrej, Hyneck y Jonás. Al igual que sus progenitores, portan emisores, que permiten controlar su pista a los seguidores de la cadena checa e internautas. Con la llegada del frío, la familia se repartió por lugares cálidos. Krystina regresó a su Senegal querido y David volvió, como otros otoños, a las marismas del Guadalquivir. De Ondrej no hay rastro por fallos en su emisora. A su hermano Hyneck lo acribillaron a tiros en la campiña francesa, con gran pesar público de la ministra de Medio Ambiente de Francia. Pero Jonás, pese al frío, seguía en Bohemia. El 19 de octubre fue localizado. Una revisión veterinaria reveló que padecía una intoxicación de hígado y riñones, que obligó a internarlo en un zoológico de Praga para su curación. Ya recuperado plenamente, sus responsables decidieron reintroducirlo en la naturaleza con premura. Un cautiverio prolongado, según los expertos, podría hacer fracasar su acomodación a la libertad. Con la colaboración de la compañía aérea, acordaron devolver a Jonás a su entorno natural, en zonas invernantes de su especie. "Creemos que en la marisma del Guadalquivir, cerca de su padre y de un grupo de unas 20 cigüeñas, puede facilitar su reintroducción", explica Alejandro Torés. Los ornitólogos españoles, coordinados por Cristina Parker, seguirán atentamente la evolución de Jonás durante sus primeras jornadas en libertad en España, donde apenas viven 200 cigüeñas negras.