El Ayuntamiento cederá a la Escuela de Música Reina Sofía un edificio para su sede en Madrid

La Escuela de Música Reina Sofía, creada y dirigida por Paloma O´Shea, tiene previsto trasladar su actual sede en Pozuelo de Alarcón a Madrid. Para ello está prevista la firma de un convenio entre el Ayuntamiento y la Fundación Albéniz, titular de la escuela, por el que el Consistorio cede un edificio de la plaza de Ramales (distrito Centro) durante 50 años. El convenio especifica que el edificio será derribado para levantar otro más adecuado a la escuela con un auditorio bajo tierra. Las obras se ejecutarán en una zona a la que la Comunidad otorga máxima protección.

La escuela de Música Reina Sofía es una de las más importantes instituciones musicales, con gran prestigio tanto dentro como fuera de España, por el nivel y calidad de sus profesores (por ejemplo Alfredo Kraus) y de los alumnos que se han formado en ella (como Aquiles Machado, que estos días ha obtenido un gran éxito en la Boheme que se representa en el Teatro Real).El 90% de los alumnos que estudia en este centro lo hace becado tras superar unas pruebas. En estos momentos integran la Escuela de Música Reina Sofía unos 70 estudiantes procedentes de todo el mundo. El precio del curso para los que no disponen de una beca asciende a cinco millones de pesetas.

Tal y como está previsto, la escuela de Paloma O´Shea tendrá su sede en el centro de Madrid, en un edificio valorado en 155 millones de la plaza de Ramales, catalogado pero con un nivel de protección bajo. "Sin embargo", dice el convenio, "dado que la estructura del edificio no es adecuada para los fines propios de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que, entre otros requisitos, requiere un auditorio y otras instalaciones que no podrían ser albergadas correctamente en el requerido edificio, resulta precisa la demolición de dicho edificio y la construcción de uno nuevo adaptado a estos fines". Especifica también el convenio que la construcción del nuevo edificio será a cargo de la Fundación Albéniz.

El Ayuntamiento declara que entre sus objetivos figura dotar a la capital de equipamiento cultural acorde con el entorno y las actividades de esa zona (Ópera). Y cita como ejemplo en el texto del convenio las obras de remodelación de la plaza de Oriente y la reconstrucción del Teatro Real. "En ese sentido", dice el texto, "ha considerado adecuado llevar a cabo dicho propósito utilizando la capacidad y experiencia ya acreditada por la Escuela de música Reina Sofía". Entre los compromisos que adquirirá la fundación con la firma del convenio figura la convocatoria de dos becas anuales con la denominación Ayuntamiento de Madrid. En el edificio de la fundación y en los libros, folletos o cualquier clase de documentos se hará constar el logotipo del Ayuntamiento de Madrid junto al propio de la Fundación Isaac Albéniz.

35 actos gratis

Y, para "revitalizar el nivel cultural del entorno", la fundación también se obliga a organizar en su sede al menos 35 actos de carácter académico o artístico al año (conciertos, lecciones magistrales, conferencias) que tendrán carácter gratuito y abierto.Se establecerá en su sede una biblioteca-fonoteca y un centro de documentación abierto a músicos, profesores, alumnos e investigadores. Cederá gratuitamente cinco veces al año el auditorio para actividades culturales municipales. Y la escuela organizará un ciclo anual de conciertos denominado Ayuntamiento de Madrid.

Todas las obras que se realizan en la zona en la que se ubicará la sede de esta escuela deben contar con el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, debido a su interés arqueológico. Se encuentra allí la muralla árabe y el convento de San Gil. Hace pocos meses, Patrimonio paralizó unas obras en las que el Ayuntamiento pretendía levantar el pavimento de la plaza de Ramales porque supone que allí se encuentran los restos del pintor Diego de Silva y Velázquez. Esta dirección general exige un estudio pormenorizado de la actuación, antes de permitir las obras. El estudio debe ser sufragado por los promotores, según la ley. Pero el Ayuntamiento se negó a pagarlo. La Comunidad acordó entonces asumir los costes, pero sin plazos.