Un atentado atribuido a la Mafia acaba con la vida de tres policías en la ciudad italiana de Udine
Un atentado en la ciudad de Udine provocó ayer el temor de un rebrote de la actividad terrorista en Italia. Las víctimas fueron policías. Tres muertos y un herido. Las investigaciones apuntan a una acción mafiosa de un grupo de extorsionadores. El objetivo fue un comercio. No es el primer atentado de estas características en Udine. El mundo de la extorsión maneja en Italia unos 700.000 millones de pesetas anuales. El primer ministro italiano, Massimo D'Alema no pudo ocultar ayer su alivio al confirmar que la autoría no es de un nuevo grupo terrorista.
La ciudad de Udine (capital de provincia de 100.000 habitantes al noroeste de Italia, en la región de Friuli Venecia) volvió a escuchar el sonido de una explosión en la madrugada del miércoles. Tres policías perdieron la vida. El propietario de un comercio y otro agente resultaron heridos. En los últimos años, ha habido al menos tres atentados contra establecimientos comerciales. Son prácticas mafiosas.El Gobierno italiano, en un primer instante, pensó que el atentado de Udine representara el inicio de una campaña de atentados terroristas coincidiendo con las fiestas navideñas. "Por un momento temimos que se reprodujese el escenario de terror fruto de una estrategia de tensión impulsada por movimientos terroristas, pero es probable que se trate de un caso de delincuencia común", reconocía ayer el primer ministro italiano, Massimo D"Alema, durante su comparecencia de fin de año.
La relativa tranquilidad llegó cuando el fiscal de Udine, Luigi Leghissa, confirmó, tras una primera inspección en el lugar de los hechos, que la causa probable del atentado tiene que ver con la extorsión mafiosa a comerciantes, un mercado que mueve al año en toda Italia en torno a 8.000 billones de liras (algo más de 700.000 millones de pesetas). La explosión se produjo al filo de las cuatro de la madrugada del miércoles (cinco de la madrugada, hora peninsular española), en el exterior de una tienda de telefonía móvil. Primero saltaron las alarmas del establecimiento. La bomba no explosionó hasta que llegaron los agentes de policía a inspeccionar el lugar. Adriano Ruttar, de 41 años; Giuseppe Zanier, de 34, y Paolo Cragnolio, de 33, murieron en el acto. D'Alema se mostró consternado por "la bárbara muerte" de los policías, pero respiró aliviado al conocer el posible origen de la explosión y al descartar el rebrote del terrorismo. El primer atentado de estas características se produjo en Udine en 1993 y destrozó una tienda de electrodomésticos. La segunda advertencia de los extorsionadores se registró el año pasado, cuando no llegó a explotar un artefacto casero colocado en un negocio de extintores. El atentado de ayer es el primero con víctimas mortales.
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