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LOS INDULTOS DEL 'CASO MAREY'

"¡Creednos, somos inocentes!"

Quienes han visitado a José Barrionuevo y Rafael Vera en la cárcel de Guadalajara se han mostrado impresionados por su apasionado alegato de inocencia en el curso de sus conversaciones: "¡Creednos, somos inocentes! No podemos aceptar la situación porque somos inocentes".El pasado día 16 fue la última vez que un grupo de diputados socialistas escucharon de ellos esa proclama. Su respuesta fue la que los dos condenados previsiblemente querían escuchar. "¡Claro que sois inocentes! Por eso estamos aquí". Así se manifestaron Álvaro Cuesta, Teresa Riera y Ana Balletbó, tres de los seis parlamentarios que acudieron a verles ese día.

"Los dos están bien. Tienen buen color. Quizá, porque pasan la mañana en el patio entre la gimnasia, la jardinería y las labores una y mil veces retocadas de encalado y pintura", narraban sus compañeros de partido. No obstante, precisaban, Barrionuevo "pasa frío por las noches" y ya había solicitado una tercera manta.

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A pesar de que ante las visitas "mantienen el tipo", les encontraron especialmente desazonados. Su inquietud, sin embargo, rebasaba los rumores sobre sus posibles indultos, los permisos penitenciarios o la concesión del tercer grado. "No se fían de que esto les vaya a suceder, en tanto que saben que sí se está pensando en arreglar la vida a los etarras", apreciaba uno de sus visitantes; "manifiestan la certeza de que van a ser canjeados por aquéllos a quienes ellos mismos metieron en la cárcel".

Los parlamentarios escucharon estas declaraciones de boca de Barrionuevo y Vera antes de que el Gobierno anunciara el pasado viernes el traslado a la Península de 21 etarras.

Ellos también hablaron de posibles traslados que les afectarían y que no deseaban. "Nos contaron que podrían llevarles a otras cárceles y que no querían. Incluso se les ha ocurrido que, si así fuera, pedirían ir a una cárcel de Cataluña para estar bajo la jurisdicción de la Generalitat", explicaban sus visitantes.

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Pero ahora con lo que soñaban era con pasar la Navidad en casa. "Vera está obsesionado con ver a su niña pequeña. No habla de otra cosa", concluían.

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