Duro enfrentamiento en el último pleno municipal del año por la prórroga del servicio de basuras

La oposición municipal (CiU y PP) criticó ayer la recogida de residuos domésticos y la limpieza viaria de la ciudad de Barcelona en los últimos 20 años. La aprobación del nuevo pliego de condiciones -con los votos en contra de CiU y PP- para el contrato que regirá a partir del año 2000, con ambos servicios en un mismo operador, suscitó un encendido debate en el que CiU lamentó que, en materia de limpieza viaria, la ciudad presente "una foto fija" que, según su portavoz, no ha variado nada la imagen de suciedad desde las elecciones municipales en marzo de 1979.

Las mayores críticas sobre las deficiencias de la limpieza viaria y la recogida de basuras procedieron de los bancos de CiU, aunque el PP también se sumó a ellas. Su portavoz, Joan Puigdollers, describió unas calles "llenas de contenedores rebosantes de residuos" y citó las últimas encuestas municipales, según las cuales los ciudadanos sitúan la falta de limpieza en el tercer lugar de sus críticas. Ante este panorama, no es de extrañar que la prórroga por dos años de la actual contrata de la recogida de basura, transporte y eliminación planteada por el concejal de Servicios, el socialista Josep Maria Vegara, fuera vapuleada de lo lindo. Vegara pretendía prorrogar la concesión entre el periodo comprendido entre el 15 de febrero de 1999, fecha en la que vence la actual contrata, y la entrada en vigor de una nueva en el 2000. Para el PP esta prórroga "hipoteca la ciudad". Los dos grupos de la oposición coincidieron al acusar al Ayuntamiento de estar muy lejos de los objetivos que marca la Entidad Metropolitana del Medio Ambiente (EMMA) en materia de recogida selectiva de basuras. Para CiU los porcentajes alcanzados se sitúan en un 4% y para cumplir los criterios de la EMMA habría que cuadruplicarlos. El decreto sobre el traslado de las prisiones firmado el pasado lunes por el teniente de alcalde de Urbanismo, Xavier Casas, supone un cambio de rumbo en el plan de las cárceles que venían negociando en los últimos meses el gobierno municipal y la Generalitat. La postura de IC, contraria a basar la salida de las cárceles en la recalificación de los terrenos para construir vivienda -como pretende el Gobierno catalán-, es la que finalmente se abre paso gracias al acuerdo alcanzado con el PSC. El documento que establece los criterios básicos de lo que el Ayuntamiento desea para los terrenos que hoy ocupan los tres recintos penitenciarios (Modelo, Wad Ras y Trinitat) fue respaldado por todos los grupos. Portazo La explicación de Casas, que aborda la cuestión desde una perspectiva urbanística y penitenciaria, cogió con el paso cambiado a CiU. Este grupo llevaba al pleno una propuesta para iniciar los trámites de la recalificación urbanística de los terrenos que quedó superada ampliamente. No logró ayer la oposición poner de relieve la división entre los socios de gobierno -en este caso, PSC y PI- en lo referente a la adjudicación del servicio de autobuses nocturnos, conocido por Nitbus. Este servicio fue adjudicado a la Sociedad Anónima Laboral TUBSAL, de Badalona, con la abstención del PI. Los intentos del concejal del PP, Alberto Fernández Díaz, de que el alcalde sometiera a votación el asunto que, según CiU y PP, presenta serias dudas, resultaron vanos. El alcalde Joan Clos se negó a repetir un debate y una votación fuera del ámbito que le es propio, es decir, la Entidad Metropolitana del Transporte. Aunque Clos intentó en todo momento que los aires de consenso que avalan la Carta Municipal, recién aprobada en el Parlament, imperaran en la sala de plenos, no siempre lo consiguió. El concejal de CiU Miquel Roca lanzó la artillería contra la anómala adjudicación de la guía de servicios de Barcelona a la compañía Cayfo, SA. Para Roca, la decisión de la Mesa de contratación que adjudicó la guía "es nula de pleno derecho" ya que ninguna de las empresas que concurrieron reunía los requisitos exigidos. Roca calificó de "barbaridad" la forma de proceder de la Mesa de contratación que presidía la concejal independiente Teresa Sandoval. La interesada se encontraba en la sala, pero fue el portavoz del grupo, Ernest Maragall, el encargado de responder a Roca proponiendo revisar con calma el acta de la adjudicación. Sandoval abandonó el recinto con un portazo. Los presupuestos del Ayuntamiento para 1999 -que ascienden a 271.486 millones de pesetas- el 5% más que el de este año, se aprobaron con los votos en contra de la oposición