Prisión sin fianza para el acusado de matar de una cuchillada a un joven

VIENE DE LA PÁGINA 1 Medio millar de jóvenes se reunieron anoche, en silencio, frente al antiguo edificio del Ayuntamiento de Fuenlabrada (164.500 habitantes) para condenar el último episodio de violencia juvenil. Luego, los concentrados se dirigieron a la calle de la Paz, el lugar donde se desencadenó la pelea mortal. El supuesto agresor, Mario C.M., de 19 años y carnicero de Humanes, ha declarado a la policía que fue objeto de una agresión múltiple por varios jóvenes, entre los que estaba José Manuel. Según su relato, éstos le rompieron la mandíbula a puñetazos, le hundieron un ojo y le produjeron cortes en el labio y la cara. Tras la pelea, Mario se encaminó a su coche a por un cuchillo. Los jóvenes le gritaron: "¡Gordo, te vamos a matar!", siempre según su declaración. Mario volvió a por José Manuel y supuestamente le asestó una puñalada. La familia de Mario no quiso hacer declaraciones. "Es un chaval fuerte y nos han dicho que reaccionó así porque le pegaron entre cinco o seis", afirmó un amigo.

El alcalde de Fuenlabrada, José Quintana, del PSOE, dijo que "hay que esforzarse por aislar a los violentos; no es razonable que presuman de llevar armas". El regidor lamentó que el crimen transmita una imagen de la juventud "que no se corresponde con la realidad; somos la ciudad más segura de la región". Los vecinos y propietarios de bares de copas de la zona donde se produjo el crimen aseguran que el lugar se asemeja al "Lejano Oeste".

José Manuel recibió sepultura en el cementerio de Móstoles arropado por el calor de medio millar de familiares y amigos, informa Susana Moreno. Sus compañeros del instituto fuenlabreño de La Serna acudieron en dos autocares y en coches particulares, y el padre agradeció a todos su respetuosa presencia. El silencio sólo se rompió al introducir el féretro, cuando un amigo que acompañó a José Manuel en la noche de su muerte gritó: "Perdóname, por favor, perdóname". La indignación se apoderó de los presentes, que coincidieron en repudiar la actitud de "ciertos jóvenes que sólo se sienten realizados si tienen cerca un arma".