China condena a 13 y 11 años de cárcel a los dos principales disidentes

Dos de los principales líderes del Partido Democrático Chino (PDCh), que aglutina a la oposición, fueron condenados ayer a duras sentencias de 13 y 11 años de prisión. Otro espera aún el fallo. El delito que se les imputa: "Intentar derrocar al Gobierno". Pero las pruebas no se conocen, ya que los juicios se celebraron bajo un absoluto secretismo, sin derecho a defensa, y duraron apenas tres horas.

El Gobierno chino ha lanzado un mensaje a los disidentes aplicando un castigo ejemplar a los principales líderes del Partido Democrático Chino. El histórico activista de los derechos humanos Xu Wenli, de 55 años, ha sido condenado a 13 años de prisión, y Wang Youcai, joven fundador del PDCh, a 11 años.Pekín, que ha suscrito este otoño el Convenio sobre Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas, confirma así la campaña contra los disidentes al régimen comunista que comenzó a principios de diciembre.

"Los responsables de los gobiernos locales deben informar con detalle a la Administración central del más mínimo conflicto laboral, desarrollo de organizaciones subterráneas o cualquier actividad en contra del Partido (comunista)". Éste era el mensaje que contenía la carta enviada hace un mes desde Pekín a las autoridades provinciales.

La consigna se está cumpliendo y en los primeros días de diciembre fueron detenidos Youcai y los dos principales dirigentes del PDCh, Xu Wenli y Qin Yongmin, a espera de sentencia tras ser juzgado el pasado jueves.

Los procesos contra Wenli y Youcai se celebraron sin las garantías mínimas. En el caso de Wenli, el juicio se celebró en un tribunal de Pekín y se le asignó un abogado defensor cuatro días antes del proceso. La esposa del condenado dijo a la prensa que su marido hizo un discurso al inicio del juicio en el que dijo que se trataba de "una persecución política contra los miembros del PDCh". Después se negó a contestar a las preguntas del tribunal y escuchó la condena a 13 años de prisión por actividades subversivas. Nada nuevo para Wenli, quien ya pasó 12 años en la cárcel como dirigente del movimiento Muro de la Democracia en 1979.

Al joven activista Youcai, que también vivió cinco años en una celda tras participar en la revuelta de Tiananmen, ni siquiera se le permitió tener defensa. Un tribunal de la ciudad de Hangzhou (al este de China), le condenó a 11 años de prisión. A las puertas del juzgado se detuvo a 12 compañeros del condenado. A pesar de estas irregularidades, la agencia de prensa oficial Xinhua insistió en sus teletipos en la legalidad de los procesos contra personas como Wang Youcai que "aceptó dinero de organizaciones extranjeras para derrocar al Gobierno".

El PDCh nació poco antes de la visita que hizo a China en septiembre el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y ha conseguido aglutinar al disperso movimiento democrático.

El Gobierno de Pekín lo toleró al principio y le hizo ofertas de diálogo. El ex primer ministro chino y presidente de la Asamblea Nacional Popular, Li Peng, puso fin a esa permisividad: "China no tolerará ningún partido de oposición".

Protestas internacionales

Las condenas a estos dos destacados disidentes han provocado múltiples denuncias. Desde Pekín, un portavoz de la Embajada de Estados Unidos ha calificado de "deplorable" la sentencia de 13 años contra Xu Wenli. El viceministro de Asuntos Exteriores británico, Derek Fatchett, dijo sentirse "impresionado" por esta condena cuando China "había firmado recientemente un Convenio que garantiza la libertad de asociación. Desde Bonn, el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, también se mostró sorprendido y pidió a China que libere "inmediatamente" a los disidentes. Pekín hizo un intento de mejorar su imagen el pasado miércoles, cuando liberó al disidente, Liu Nianchun, de 50 años. Nianchun consiguió la libertad condicional por razones médicas pero fue forzado a ir al exilio