El PP garantiza que no pactará en la Diputación de Álava con el PNV salvo que se desmarque de HB

Los populares están convencidos de que van a ser el próximo eje de la política alavesa. Los buenos resultados en las autonómicas, y la previsible conflictividad que va a seguir a la formación del Gobierno nacionalista de Lakua juegan a favor de la corriente popular, según el análisis que se hace en su ejecutiva. En ese contexto una victoria del PP en las elecciones municipales y forales supondría una convulsión en el mapa político vasco. Por primera vez el PNV podría quedarse fuera de la Diputación, y sin la presencia de Cuerda en los carteles electorales, posiblemente también sin el Ayuntamiento de la capital alavesa. El presidente del PP, Ramón Rabanera cree que en ese escenario, el mejor Gobierno municipal y foral sería el que recoja las dos sensibilidades sociales, nacionalistas y no nacionalistas. "Pero eso que es lo deseable sería imposible de continuar el PNV con los apoyos de EH en el Parlamento vasco". Para el PP, la próxima cita electoral de junio va a estar tan polarizada y politizada como las pasadas elecciones autonómicas, sólo que en el próximo año, el gran debate se producirá en torno a la propuesta de HB de crear una Asamblea de Municipios Vascos, y la previsible modificación de la Ley de Territorios Históricos que están estudiando PNV y EA en el programa de Gobierno. "No rechazamos una posibilidad de acuerdo con el PNV", dice Rabanera, "son ellos quienes la cierran. Y esa actitud abre nuevas posibilidades a acercamientos y pactos con el PSE". Para Rabanera es condición indispensable "que el PNV rompa amarras con HB", para que se pueda dar un acuerdo en la Diputación de Álava. Una condición que los populares ven complicada. "El primer envite de la política pactada del PNV y HB fue la escenificación de Lizarra, y el segundo se va a producir en el marco institucional, fundamentalmente en los ayuntamientos y diputaciones", subraya Rabanera. Aunque todavía no se han producido contactos entre el PP y el PSE, la confluencia de intereses podría provocar un acercamiento entre fuerzas no nacionalistas. En círculos socialistas se especula con un acuerdo que permita al PP gobernar la diputación y al PSE dirigir el Ayuntamiento.