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Alerta máxima en Argel al inicio del Ramadán

Formado el nuevo Gobierno argelino cuatro meses antes de las elecciones presidenciales

Comienza el Ramadán y Argelia se prepara ya para una nueva sacudida de violencia terrorista como la que el año pasado segó 1.500 vidas de civiles. Desde ayer las fuerzas de seguridad han sido puestas en estado de máxima alerta en previsión de ataques de los Grupos Islámicos Armados (GIA). Coincidiendo con el inicio del mes de ayuno islámico, el nuevo primer ministro argelino, Smail Hamdadi, formó ayer su Gobierno, en el que sólo cambian tres carteras de titular, las de Interior, Comunicación y Justicia, que asumen, respectivamente, Abdelmalek Sellal, Abdelzaiz Rahabi y Guti Mékmacha. Hamdadi se apoyará sobre la misma coalición parlamentaria que su predecesor, Ahmed Ouyahia, que permaneció casi tres años en el poder antes de dimitir.Tras el relevo en el Gobierno se producirá, en abril, el relevo en la jefatura del Estado. Las elecciones presidenciales, que se celebrarán dentro de cuatro meses, dibujarán el futuro de este país azotado por la guerra. Hoy parece imponerse en Argelia la solución de diálogo propugnada por EEUU, que se ha convertido en el primer inversor del país, y que busca el triunfo en las presidenciales de un prooccidental como Abdelaziz Buteflika, el antiguo número dos de Huari Bumedián, según los expertos consultados.

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Ayuno a la sombra del demonio

"La solución americana a la crisis en Argelia pasa necesariamente por un acercamiento entre el Frente Islámico de Salvación (FIS) y el régimen militar", afirma el investigador marroquí Mohamed Darif, profesor de Derecho Constitucional y de Sistemas Políticos en la Universidad de Mohamadia y una autoridad en la materia. Según relata, Washington persigue dos objetivos en el Magreb para antes del año 2000: pacificar Argelia y resolver la cuestión del Sáhara. Estados Unidos, que es hoy el principal inversor en el país, con una fuerte presencia en la extracción y refinación de los hidrocarburos y con cuyo concurso se ha puesto en marcha el gasoducto Argelia-España, que junto con el Argelia-Italia son la principal fuente de alimentación de gas natural del continente desde el sur mediterráneo, ha hecho conocer a los líderes argelinos su intención de participar en una solución negociada a un conflicto que ha matado a decenas de miles de personas en ocho años. Pero el islamismo argelino, "interlocutor ineludible del poder", según Mohamed Darif, se encuentra dividido en tres corrientes principales situadas en el ámbito político: los moderados de Mahfud Nahnah y el jeque Yebalah, los populistas del FIS y los afganos del Grupo Islámico Armado (GIA). Para Darif, autor de una decena de libros sobre el islamismo en el mundo árabe, el acercamiento del FIS al régimen le permitirá tarde o temprano abrir la vía a la negociación. "El FIS posee capacidad de dirección y de gestión de la sociedad, lo que no tiene el GIA", añade.

Presidente pacificador

La proximidad de las elecciones ha puesto al orden del día el llamado plan americano. "Un presidente afín a Occidente, y en particular a EEUU, como es Abdelaziz Buteflika, podría contribuir a la pacificación del país a condición de hacer participar al FIS en este objetivo político".En el propio campo de los islamistas, la principal oposición a superar la actual tragedia proviene del GIA, una nebulosa de grupos extremistas radicales que se sitúa en la corriente afgana. El GIA posee una visión radical que rechaza a Occidente y a la civilización occidental. Para este grupo, la democracia, las elecciones y los partidos políticos son algo que no tiene nada que ver con el islam tal como lo entienden.

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