La Comisión Mixta de Transferencias se reunirá en enero para concretar el traspaso de la A-8

La Comisión Mixta de Transferencias se reunirá el próximo mes de enero para concretar el traspaso a las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa de la A-8, que no plantea ningún problema técnico o económico, puesto que, al contrario de lo que sucede con otras transferencias, no hay por medio una valoración monetaria de la competencia. Sucede lo contrario con el traspaso del tramo vasco de la autopista Zaragoza-Bilbao (A-68), que se ha pospuesto por la complejidad jurídica que entraña esta autopista, que discurre por Aragón, Navarra, La Rioja, Castilla y León y el País Vasco.

El traspaso de la titularidad de la Bilbao-Behobia se efectuará con celeridad, una vez que se constituya el nuevo Gobierno vasco y que las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa designen a sus representantes para la Comisión Mixta de Transferencias. La delegación de las instituciones forales y autonómica se reunirán previsiblemente en enero con los representantes del Gobierno español, según indicaron ayer fuentes próximas al Ejecutivo central. El secretario general de Régimen Jurídico y Desarrollo Autonómico del Gobierno vasco, Javier Balza, comunicó el pasado jueves a los diputados generales de los dos territorios la próxima convocatoria de la comisión y la necesidad de que designen a sus representantes. El documento suscrito por el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, con el senador peneuvista Joseba Zubia no fija una fecha para la transferencia, pero el espíritu de la letra por el que ambos "se obligan" al traspaso abona que éste sea inmediato, sin mayores dilaciones. José Eugenio Azpiroz, diputado popular en el Congreso por Guipúzcoa, explicó ayer que el traspaso "está resuelto definitivamente y no cabe pensar que se vaya a producir ningún retraso". Esta posición está fundada en la evidencia de que "la autopista es una materia que no está sometida a discrepancias sobre su cuantificación económica", como suele suceder en otros traspasos competenciales. Se transfiere la titularidad con la servidumbre de la concesión administrativa a Europistas, que estará vigente hasta el año 2003 "y a partir de ahí, serán las diputaciones quienes deban gestionar esa titularidad". Azpiroz recordó que la transferencia "despeja algunas incertidumbres" sobre las fórmulas de financiación de la red vasca de carreteras en la medida en que consolida la A-8 como fuente de ingresos para las diputaciones. En este contexto, señaló que el traspaso colma "una reivindicación en favor del interés general en la que estábamos tanto los nacionalistas como los no nacionalistas". La incógnita financiera despejada con el traspaso es vinculada por la Diputacion de Guipúzcoa a la financiación de la Eibar-Vitoria. El plan de viabilidad económica que el diputado de Carreteras, Antton Jaime (EA), presentó el pasado 3 de noviembre, proponía una prórroga del peaje de la A-8 durante un período de 40 años para aminorar la aportación pública al proyecto. En caso contrario, la aportación de la Diputación sería de 78.000 millones de pesetas para la Eibar-Vitoria, que tiene un coste de 116.000 millones de pesetas. Sin embargo, este problema de financiación no atañe a la Diputación de Vizcaya y, además, en el tripartito foral de Guipúzcoa tampoco existe una posición definida. El PNV parece inclinarse por la creación de la Agencia Vasca de Infraestructuras que gestione directamente la red de carreteras de alta capacidad. "Berenjenal jurídico" Mientras, las diputaciones de Alava y Vizcaya mantienen viva la reivindicación para que la Administración central también traspase la titularidad del tramo vasco de la autopista Zaragoza-Bilbao (A-68). Sin embargo, los escollos en la reciente negociación han vuelto a ser insalvables. Fuentes del Partido Popular aseguraron ayer que "esa transferencia no se va a negociar de momento porque constituye un auténtico berenjenal jurídico en el que se entrecruzan distintos ámbitos competenciales". El trazado de la autopista discurre por un total de cinco comunidades autónomas y "aunque el trazado por el País Vasco es pequeño, su traspaso plantea una extraordinaria complejidad". No obstante, el diputado general de Vizcaya, Josu Bergara, anunció el jueves: "Los nacionalistas volcaremos nuestros esfuerzos negociadores para conseguir la titularidad del tramo vasco".