¡Ni un pequeño acto simbólico!
Con gran desilusión comprobamos que el sábado día 12, antes de iniciarse el partido de la liga de alevines, donde juega nuestro hijo, ¡ni un pequeño acto simbólico, ni una palabra hacia la muerte de Aitor y al rechazo a la violencia! Sabemos que los padres-madres de los compañeros de nuestro hijo han dedicado palabras para censurar este tipo de hechos, pero consideramos fundamental que la directiva, a través de los entrenadores, haga hincapié en estos temas. Nosotros no éramos aficionados al fútbol, pero cuando los hijos aman un deporte hay que apoyarlos para que consigan tomar de esa actividad todo lo bueno que tiene y advertir de lo que rodea al mundo del deporte y que no es tal. Separar, en definitiva, toda la parafernalia que alrededor del fútbol se ha generado. Recordar que como deporte de grupo ha de ser, además, solidario, y su práctica no debe ir ligada solamente a que los niños quieran ser unas figuras millonarias y de primera plana. Que algunos padres-madres deberían ser conscientes de que están inculcando violencia desde las gradas al insultar a los árbitros y a sus propios hijos porque quieren que sean más, los mejores..., o a los del equipo contrario. Confiamos en que esta falta de solidaridad con Aitor y con todo lo que representa el mundo del deporte haya sido minorita en otros clubes no profesionales, y animar que desde la federación se cuide la formación de la deportividad en los menores, que, aunque en el ámbito familiar lo vivan (por desgracia no todos), es importante que los responsables implicados insistan.- .
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