Chillida detiene el tiempo en 170 obras

"Es la mejor exposición que se ha hecho en toda mi vida, dentro y fuera de España". Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924) agradeció ayer "a todo el mundo" la retrospectiva de 50 años de su trabajo que presentó el Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid, y que inauguró el rey Juan Carlos. Las amplias salas de la primera planta distribuyen las 170 piezas que ha seleccionado el historiador Kosme María de Barañano, realizadas en acero, madera, alabastro, granito y terracota, junto a dibujos y relieves. El montaje se verá en abril en el Museo Guggenheim Bilbao.

A pesar de tener la garganta "fastidiada", Chillida dedicó más de una hora a expresar su satisfacción por la retrospectiva organizada por el Museo Nacional Reina Sofía, en una concurrida rueda de prensa y en el recorrido por el montaje rodeado de cámaras. El artista penetró en sus grandes esculturas y tocó las aristas de los alabastros obedeciendo todas las órdenes de los fotógrafos. La muestra está patrocinada por la Fundación Caja Madrid."Nunca se había hecho una exposición a este nivel, donde todas las obras representan un trabajo de 50 años, y todo se ha hecho como si lo hubiera previsto de antemano", declaró Chillida en una de sus numerosas referencias al montaje. "Me parece bien que viaje a otros sitios si es viable, pero me queda la duda de que nadie puede repetir la exposición. Está todo muy equilibrado, de muchos momentos y épocas, y está elegido tan bien que yo no lo hubiera hecho mejor".

Si la retrospectiva cierra una etapa -"yo seguiré igual, seguiré haciendo las cosas lo mejor posible"-, Chillida también confesó que su propuesta para la montaña de Tindaya, en Fuerteventura, "es uno de los proyectos más importantes de mi vida". Ayer hubo protestas, con dos pancartas en la misma rueda de prensa y una intervención de Ecologistas en Acción en el museo al aire libre de Madrid, ante La sirena varada. La mesa confederal de Los Verdes también pide que abandone y "no dé cobertura a una maniobra especulativa y se desmarque de los constructores".

Chillida dijo que "hay unos cuantos señores, por llamarles algo, que no quieren que se haga. El problema está delante de la montaña, para hacer negocios, y mientras no se acepte mi propuesta con toda claridad, esto no se hace. No quiero nada para mí, sólo el espacio interior de la montaña para ofrecerla a todos los hombres, a la humanidad, para que se sientan pequeños y mejores".

El escultor señaló sus preferencias por el hierro, dentro de los diversos materiales utilizados en su trabajo. "El material me lleva y yo le llevo al material. Si me lo quitan, me dejan sin posibilidades de hacer muchas cosas". Su mujer, Pilar Belzunce, intervino para señalar la idea de continuidad en su trabajo y elogiar la muestra. "Estamos los dos muy felices y muy contentos".

El comisario, Kosme María de Barañano, ha roto algunas resistencias en el museo y ha podido presentar -hasta el 15 de marzo- un montaje inédito en sus salas, diseñado por Macua y García Ramos, con una nueva altura para presentar las gravitaciones con papeles suspendidos. Piezas de los comienzos de los cuarenta, realizadas en París, y unos dibujos de desnudos inician el recorrido hasta terminar con un alabastro, homenaje a la mar, hecho hace un mes. Barañano divide el montaje en tres partes, con un primer espacio con piezas de hierro forjado, alabastros y granitos limitados en el peso a 5.000 kilos. Sobre una plataforma se han colocado 70 dibujos, papeles colgados que se pueden considerar relieves, y otro espacio con lurras o tierras chamotas y cerámicas "como material propio de escultura". "Chillida es el gran escultor del siglo XX, junto con Brancusi, Calder y Giacometti", afirmó Barañano. Las piezas monumentales en San Sebastián, Barcelona, Sevilla, Madrid, Gijón, Alemania y Estados Unidos figuran en fotografías y en un audiovisual. El catálogo incluye seis ensayos.