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Agustín Díaz-Yanes y David Trueba rechazan que los directores de cine deban ser profetas sociales

"No somos profetas políticos y sociales", afirmó ayer en Sevilla el director de cine Agustín Díaz-Yanes con el total apoyo del colega que estaba a su lado, David Trueba. Ambos cineastas arremetieron contra el tópico de que el cine debe reflejar la realidad social. "A mí no me gusta ver películas sobre la realidad social. Poner esa responsabilidad social sobre el director es un error", insistió David Trueba. Los dos cineastas intervinieron ayer en la Sala San Hermenegildo en un coloquio sobre el guión ante dos centenares de personas.

Díaz-Yanes (Madrid, 1950) y Trueba (Madrid, 1969) pusieron como ejemplo al director británico Ken Loach de ese tipo de cine que utiliza la realidad social como supuesto pretexto esencial. Ambos mostraron su desagrado hacia el cine del británico. "Mi nombre es Joe [el último filme de Loach] es una película absolutamente falsa y manipulada. Prefiero La máscara del Zorro", explicó Trueba, que debutó como director en 1996 con La buena vida. Trueba tiene ya una sólida carrera de guionista con películas como Amo tu cama rica, Los peores años de nuestra vida o Two much. Díaz-Yanes abundó en esta idea. "Me parece indigno que Ken Loach nos cuente las mismas historias falsas. Porque eso no ocurre en Inglaterra. Allí los lores han condenado a Pinochet", comentó Díaz-Yanes, que en 1995 entró por la puerta grande en la historia del cine español con su primera película como director. Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto obtuvo ocho Premios Goya y confirmó que Díaz-Yanes podía ser tan buen director como guionista. Baton Rouge es una prueba palpable de sus dotes como guionista. Trueba rechazó que los directores deban estar obligados a "hacer películas sobre los parados o sobre cómo es crecer en el barrio de San Blas". "Es empezar la casa por el tejado. El apartamento [de Billy Wilder] sí que es realidad social, y en su momento no lo parecía. ¡La realidad social! Ese término me pone de los nervios", señaló Trueba. El director de La buena vida criticó la opinión de que el cine español no refleja las existencias de las clases más modestas. "El 90% de los personajes de las películas españolas son clase media baja. Estoy un poco harto de esos directores de cine que hacen una película de pobres", dijo Trueba antes de confesar que él procede de una familia numerosa y de pocos medios económicos. Trueba añadió que, por ello, conoce cómo son los hogares humildes. "La estética de la pobreza me parece repugnante. Esas películas falsamente pobres donde todos comen la paella en un plato agujereado... Ken Loach cree que cuando dos parados follan están preocupados por la cola del Inem y eso es falso", indicó Trueba. Conocedor por propia experiencia de cómo se vive en los hogares modestos, el director señaló que las familias pobres intentan tener sus casas lo mejor arregladas posible y lo más parecidas a como son las de los ricos. Este varapalo hacia el cine que pretende erigirse en conciencia política y social de su época estuvo, además, acompañado de otras sabrosas opiniones. Díaz-Yanes y Trueba también coincidieron en mostrar cierto escepticismo hacia las escuelas de cine. "Ser guionista es una cosa muy vocacional, casi imposible de estudiar en las escuelas. Llegar a ser guionista o director exige sacrificio y mucha suerte. Puedes haber hecho un guión fantástico que no sea leído por el personaje oportuno en el momento oportuno. O, al revés, puedes hacer un guión no tan bueno que sea leído por el personaje oportuno en el momento oportuno", dijo Díaz-Yanes. "El título de una escuela no convierte a nadie en guionista. Es muy peligroso pensar que sólo estudiando cine serás un buen director", zanjó Trueba. El guionista de Amo tu cama rica apostó, así, por primar el aspecto humano del cine sobre el formal; la experiencia sobre las lecciones aprendidas. "Por eso, constantemente vemos películas de éxito escritas por un señor que fue barrendero 15 años o tornero. El ser humano sigue siendo el elemento nutritivo de las películas", recalcó Trueba.

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