Homenaje a un militar de Tortosa asesinado por ETA
Tortosa celebró ayer el 50º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos con un homenaje póstumo al piloto comandante del Ejército del Aire Arturo Anguera, asesinado por ETA en 1992. Un acto, organizado por el Ayuntamiento de la ciudad, que contó con la presencia de numerosas autoridades militares, políticas y religiosas, entre las que se encontraban el consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Maria Pujals; el general jefe de la 3ª Región Aérea y del mando aéreo de Levante, Sebastián Rodríguez-Barrueco, y el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles. Poco antes de que dos aviones F-18 sobrevolaran la ciudad trazando lentamente una cruz en el cielo, el arzobispo Carles, ex obispo de Tortosa, destacó la figura del comandante abatido a tiros en Barcelona y vinculó aquel acto terrorista a la necesidad de exigir el cumplimiento de los derechos humanos. Asimismo, se mostró esperanzado respecto a la actual tregua que mantiene la banda terrorista ETA, si bien reclamó que "la promesa cuaje en situaciones concretas y se convierta en la realidad que todos estamos esperando". Entre los asistentes se encontraban también las tres hijas de Arturo Anguera y su viuda, Roser Blanch, una familia muy conocida en Tortosa. También estuvieron presentes representantes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que cuenta con 1.500 miembros en toda España. Tanto la que fue su esposa como sus hijas denunciaron el uso de la violencia como estrategia reivindicativa y agradecieron al municipio la iniciativa de dedicar una calle a la memoria del comandante.
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