Pasó lo peor

Los datos publicados en el día de ayer por el INE referidos al desempleo del mes de noviembre cierran el periodo más negativo para el empleo en España y Andalucía, que todos los años se concentra en los meses de septiembre, octubre y noviembre. En nuestra comunidad los 1.200 desempleados más han supuesto una sensible mejora de la evolución del paro con relación a los dos años anteriores, en lo que el mes de noviembre aportó un aumento del parto de alrededor 5.000 nuevos desempleados. Aunque también es cierto que se sigue manifestando una mayor estacionalidad en el desempleo andaluz respecto a la media nacional, fruto del elevado peso de actividades como la agricultura y el turismo. De hecho, ha sido el sector de servicios, en el que se encuadra esta última actividad, el principal responsable del desempleo del mes de noviembre, con un aumento de más de 1.800 parados. Y su reflejo territorial se traduce en que el crecimiento del número de parados se concentre en provincias como Cádiz y, fundamentalmente, Málaga. Aparte de lo anterior, las cifras publicadas han presentado dos circunstancias llamativas. Por una parte el crecimiento del empleo en la provincia de Almería, donde como consecuencia de la producción agraria de frutos tempranos que se encuentra en la actualidad en plena efervescencia, para el mes de noviembre ha disminuido el paro en más de 1.300 personas, situando la tasa de desempleo en un más que envidiable 7,62%. dicho dato sólo tiene parangón con el 7,45% de desempleo de Cataluña y reafirma la capacidad creadora de empleo de la provincia con la economía más dinámica de Andalucía. El segundo dato es la cifra casi nula de aumento de parados sin empleo anterior. La incorporación a la población activa sufrida por nuestra comunidad, que ha deteriorado el diferencial de desempleo con relación a la media nacional, podría haber entrado en una etapa de menor crecimiento, lo que de conformarse auguraría una mejor evolución de la cifra de paro en los próximos meses. A este respecto, además de lo anterior, hay que apuntar que en los próximos tiempos es de esperar una sensible mejora en el empleo del sector de la construcción, como consecuencia de que la mejora de la situación económica junto a la sensible caída de los tipos de interés está produciendo un repunte de la demanda de viviendas. Así, si este sector, intensivo en mano de obra, es capaz de reaccionar ante la demanda con un incremento de producción en lugar del aumento de precio ya anunciado, muy probablemente estemos a las puertas de un buen año para el empleo.