El cepillo-visa

La Almudena se ha convertido en la primera catedral con cajero automático incluido. El ingenio -en realidad dos, situados a los lados de una puerta de acceso a la catedral- permite la entrega de limosnas mediante el uso de una tarjeta de crédito. El cajero admite las principales tarjetas en vigor en España, incluidas Visa, Master Card o Dinners Club.El arzobispado pretende con esta innovadora medida sustituir de forma paulatina el uso de los tradicionales cepillos.

Ayer, tras la celebración de la misa, los responsables del templo informaron a los feligreses de las instrucciones de uso de estas terminales bancarias, conocidas ya con el nombre de cepillos electrónicos. De esta manera, los fieles no tendrán ya que llevar dinero en efectivo si quieren hacer una donación: sólo introducir su tarjeta bancaria e indicar la cantidad que desean entregar.

Los cepillos electrónicos, a los que acompañan unas instrucciones de uso -"donación con tarjeta: siga las instrucciones de la pantalla. Inserte tarjeta"-, emiten recibos que sirven como justificantes ante el Ministerio de Hacienda a la hora de presentar la declaración de la Renta. "Espere a que salga el ticket por el cajetín. Retire el comprobante. Sirve para desgravar", se lee.

Fuentes de la catedral aseguraron ayer a Efe que la decisión de instalar los cajeros automáticos se había tomado tras observarse, desde hace tiempo, un descenso en la recaudación en las colectas por el miedo que algunas personas tienen a los robos, lo que les hace llevar menos dinero encima.

Según las fuentes consultadas, este sistema, aún en fase experimental, podría aportar una solución al constatado descenso de los donativos.

Estos ingenios no han costado nada al Arzobispado, según la citada agencia, porque las empresas que gestionan el sistema -los cajeros están adscritos al grupo 4B- se quedan con el 2% de lo recaudado. El cajero incluye un número de atención a los clientes, que este periódico marco ayer. Se trata del centro de autorización de 4B.

Al otro lado del aparato, atienden unos operarios que amablemente explican que están a disposición de los clientes "en caso de avería o pérdida de tarjetas por robo o extravío". Pero no pudieron dar más explicaciones sobre el invento porque sólo se trataba del "servicio de guardia".

Los feligreses consultados ayer no se mostraron sorprendidos. Alguno destacó que la instalación de estos cajeros le parecía "lógica", porque hace tiempo que en la Almudena "no hay velitas de cera". "Ahora, echas una moneda y dependiendo de la cantidad se encienden, durante más o menos tiempo unas eléctricas", añadió.