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Tribuna
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Diciembres

Probablemente ningún mes del año mejor que diciembre represente el sentir del pueblo andaluz y defina la historia reciente de nuestra tierra. Fue en diciembre de 1977, el día 4, no existiendo aún una vía legal para el encauzamiento de las voluntades de autogobierno para los territorios, cuando un millón y medio de andaluces salieron a manifestarse en pos de ese autogobierno aún etéreo. Fue en diciembre de 1978, también el día 4, conocida ya la fórmula legal que habría de imperar en el futuro, cuando todos los partidos al unísono declararon en Antequera que lucharían hasta el final para conseguir que Andalucía tuviese el máximo nivel de autogobierno. Y fue en ese mismo diciembre de 1978, el día 8, cuando los andaluces sellaron el pacto con el resto de los españoles aprobando masivamente la Constitución, que ha dado a Andalucía y a las demás comunidades su autogobierno y a todos los españoles la época de mayor libertad de nuestra historia. Ilusión, decisión y método construidos en meses de diciembre, a los que sólo cabe añadir el recuerdo de una vida rota un agosto, el del 36, y la demostración democrática de un febrero, el del 80. En definitiva, cinco fechas que todos los años se conmemoran, con mayor o menor algarabía, y que constituyen los pilares en los que se asienta la Andalucía moderna. La Andalucía con el mayor número de universitarios de su historia, la Andalucía con las mejores infraestructuras de todos los tiempos, la Andalucía más cohesionada y la que desde tiempos árabes no había dispuesto de tanto poder para decir al resto de España cuál es su voluntad. Tal es el cambio que hoy, 20 años después de aquel segundo diciembre, cualquier político andaluz, con independencia de su ideología, sabe que defendiendo los intereses de esta tierra puede gobernar libremente. Lo mismo que también conoce que los andaluces no perdonan en las urnas ni menosprecios ni discriminaciones. A las puertas de este nuevo milenio, los andaluces deciden por sí mismos su futuro. Esa es la realidad andaluza que soñó Blas Infante y por la que Plácido Fernández-Viagas luchó hace 20 años: una Andalucía por sí, por España y por la humanidad.LUIS ÁNGEL HIERRO

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