Vergüenza
Lamento decirlo, me avergüenzo de ser español. Debería estar entre nosotros Julienne Danielle. Julienne había huido de una terrible cárcel nigeriana, una cárcel sin barrotes pero igualmente terrible: la miseria. Llevaba en su vientre a otro futuro prisionero. Llegó a nuestra tierra con los pies destrozados en su huida, pero no la recibimos como se merecía. La encerramos en una celda.Hace años encerré en una jaula a un gorrión que encontré herido en la calle. Al día siguiente estaba muerto: había intentado atravesar los barrotes de la jaula, golpeándose contra ellos. Sólo así consiguió escapar.
Alguien encerró a Julienne.- . .
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