Cinco grandes proyectos del alcalde fracasan por el desinterés empresarial
El sistema de financiación privada anunciado para las autovías subterráneas sigue sin consolidarse
El alcalde de Madrid y el ministro de Fomento, ambos del PP, presentaron hace 15 días un proyecto de 300.000 millones de pesetas consistente en construir una red de autopistas subterráneas. En la operación, según el alcalde y el ministro, el contribuyente no va a poner ni un duro, ya que los gastos corren a cargo de empresas privadas. En teoría, un plan económico perfecto. En la práctica, no tanto. En la ciudad existen cinco ejemplos de grandes proyectos abandonados o estancados debido a que las constructoras no olfatean el dinero y el equipo del alcalde se niega a sufragar por su cuenta alegando que no dispone de fondos.
El Palacio de Hielo. Los vecinos de Madrid, a los que sus gobernantes municipales prometieron en 1994 un Palacio de Hielo en Hortaleza, todavía siguen esperando. En principio, el edificio lo iba a levantar una empresa creada por la persona que tuvo la idea, María Luisa Sánchez, una aficionada a los deportes de invierno. El municipio cedía el solar, pero no ponía dinero: todo correría a cargo del grupo privado compuesto por Sánchez y las constructoras JOTSA y GMR. Pero el Ayuntamiento, al final, no se fió de Sánchez. Así que encargó el proyecto a otro grupo. Las condiciones municipales eran las siguientes: la empresa pondría los 2.900 millones de pesetas que costaba levantar el edificio, debería devolver el pabellón a los 50 años y pagar, además, 39 millones de canon anual. Actualmente, el solar de Hortaleza en el que teóricamente se iban a asentar los partidos de hockey sigue vacío. El concejal de Obras, Enrique Villoria, resumió el viernes el asunto: "Es cierto: apretamos las clavijas tanto que a la iniciativa privada no le salían las cuentas y abandonó el proyecto". El concejal socialista José María de la Riva no está de acuerdo: "Es el típico ejemplo de este equipo de gobierno: espera a que caiga el maná de los particulares para colmar necesidades de los ciudadanos que debía solucionar el municipio". El Covent Garden castizo. En Arganzuela duermen 12 de las 15 naves gigantescas que en su día albergaron el matadero municipal. Sólo tres se usan actualmente. El resto configura uno de los espacios más atrayentes de toda la ciudad a la hora de servir como edificios públicos. La intención del concejal de Obras es que todo este conjunto de fantasmales naves, tras una conveniente reforma, sea la envoltura de un almacén de museos y tiendas, algo así como el Covent Garden londinense. Claro que para esto hacen falta 4.000 o 5.000 millones de pesetas, que el Ayuntamiento no está dispuesto a pagar. Hasta ahora, el municipio sólo ha sufragado, con escasas partidas que nunca han excedido de 150 millones, operaciones de limpieza y acondicionamiento. Villoria no echa la culpa ni a la falta de inversiones municipales ni a la falta de empresas privadas deseosas de meter fondos. "Lo que pasa es que no se puede hacer nada hasta que las tres naves que aún se utilizan queden vacías", explica el edil de Obras. El edil socialista De la Riva considera, por el contrario, que el plan "no se llevará a efecto nunca a este paso, y si se lleva, con los privados de por medio, será un vulgar centro comercial". Villoria anunció el viernes que "en febrero o marzo" todo el ámbito quedará vacío. "Entonces se convocará el concurso", añadió.Cuarteles de Daoiz y Velarde. En 1990, el Ministerio de Defensa cedió a la ciudad un viejo cuartel de artillería construido a principios de siglo. Las dos naves protegidas, que en tiempos sirvieron para guardar vehículos blindados, albergan ahora mendigos y prostitutas. La intención del municipio, reflejada en el Plan General, es la de construir un polideportivo. Pero existen pocas zonas tan abandonadas en la ciudad: en julio, para una visita del alcalde, se limpiaron todos los recintos y se sacaron 20.580 kilos de basura. En 1996, el Ayuntamiento intentó que las empresas privadas entraran al trapo. El cebo, un 25% de todo el espacio convertido en área comercial y de la recaudación de las entradas del polideportivo. La condición, no tocar las naves protegidas. Nadie acudió. Ahora, las prebendas son mayores: el Ayuntamiento está dispuesto a dar 500 millones a fondo perdido a quien se comprometa a convertir los cuarteles en polideportivo. El edil de Obras considera que el fallo se encuentra en el origen del proyecto: "Las naves protegidas no podrán albergar un polideportivo. Por estructura. Sería necesario desproteger las naves y destruirlas para, por fin, construir un polideportivo. Mientras tanto, eso va a estar siempre como está ahora". De la Riva no piensa así: "Según la teoría del PP, si hubiera un terremoto, también se podrían construir más polideportivos: esas naves están protegidas por algo, por conservar la historia de la ciudad. No hay imaginación".
Un polideportivo imperial. A finales de 1989, Renfe y el Ayuntamiento firmaron un convenio para enterrar ocho kilómetros de vías de tren, entre Príncipe Pío y Delicias. Los terrenos liberados servirían para albergar casas, parques, carriles-bici o piscinas. En las antiguas carboneras de la estación Imperial se pensó construir el polideportivo más grande de Arganzuela: una piscina cubierta, seis pistas de tenis, cuatro de frontenis y cuatro de padle. Una empresa privada debía hacerse cargo del proyecto, construirlo y explotarlo 25 años. Corría junio de 1995. Todavía está el solar baldío. El edil de Obras reconoció que "no les salieron las cuentas a los del Pasillo Verde". "Pero esto no quiere decir que todo lo que se ejecute con privados tenga mala solución: ahí está el cine Imax, por ejemplo, o la plaza de toros de Vista Alegre".
La torre de comunicaciones. El edil de Urbanismo, Ignacio del Río, anunció hace poco menos de un año que iba a reservar suelo para que las empresas privadas construyeran una gran torre de comunicaciones. Después de un año, De la Riva tacha el anuncio "de tomadura de pelo". Del Río aseguró el viernes que ha viajado a Barcelona "con Telefónica", con motivo de la torre, y que "en una semana habrá sorpresas". El concejal añadió que la torre se erigirá "en uno de los nuevos barrios del norte". El concejal socialista se limitó a contestar: "Muy bien; pero, visto lo visto, no me lo creo".
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