Renovado el contrato a un cabo denunciado por malos tratos

El cabo Paulino Pérez Ruiz, de la primera compañía de la Primera Bandera de la Brigada Paracaidista, con base en Alcalá de Henares (Madrid), ha sido denunciado ante la justicia por dos soldados, ambos hijos de militares, como autor de malos tratos sistemáticos, entre ellos puñetazos, patadas y golpes con el fusil Cetme, infligidos ante testigos. No obstante, el Ejército le renovó su contrato el pasado mes de agosto.

Los denunciantes, Jesús Espinosa y Santiago Pérez Díaz, citan en sus escritos a otros cuatro soldados, uno de ellos llamado Vicente Matías Pinilla, víctimas de las presuntas agresiones del cabo Pérez Ruiz. Éste confirmó a EL PAÍS que había sido denunciado dos veces por malos tratos, pero declinó dar detalles.El testimonio de Espinosa es el siguiente. "El 4 de diciembre de 1997 le llamaron para que fuera al cuarto de cabos. El cabo Paulino preguntó al compareciente dónde había estudiado, y cuando éste contestó que en el Instituto Politécnico del Ejército número 2 de Calatayud, dicho cabo le dijo que los especialistas eran una "mierda", al tiempo que le daba una patada en el pecho".

"El 2 o el 3 de febrero de 1998, el compareciente estaba rebajado por una tendinitis, y a todos los rebajados se les había encomendado la limpieza de la compañía. En un momento, el declarante, el paracaidista Ordóñez y otro compañero pararon y se pusieron a conversar. Llegó el cabo y les preguntó si habían terminado ya, contestando los tres que sí. El cabo pasó la mano por la ventana y se manchó. Les dijo que "estaba eso sin terminar". Y "a continuación les propinó sucesivamente pechazos, consistentes en pegar con el puño cerrado en el pecho. El declarante recibió más de tres".

La madre de Espinosa explica que el cabo Paulino Pérez Ruiz le hizo limpiar a su hijo el lavabo de suboficiales "con su cepillo de dientes, y cuando le preguntó por qué, le dijo que porque no había encontrado un cepillo más pequeño". Jesús Espinosa ha sido recientemente expulsado del Ejército por "pérdida definitiva de aptitudes psicofísicas" para ser militar.

El escrito de Espinosa cita al segundo denunciante. "El paracaidista Pérez Díaz, este viernes regresó a su domicilio en Valencia y fue a un hospital, donde comprobaron que tenía diversos moratones. Según le consta al declarante, le dieron un certificado de dichas lesiones, y con el mismo ha presentado una denuncia contra el cabo".

El teniente coronel Juan Pérez Gómez, padre del paracaidista Pérez Díaz, rehúsa comentar los hechos denunciados: "Es verdad que mi hijo sufrió y denunció unas agresiones, pero no quiero hablar sobre ello".

La primera agresión del cabo Paulino Pérez contra Santiago Pérez Díaz se produce el 14 de enero de 1998. Por retrasarse en quitarse su chaquetón, el cabo le dio un culatazo de fusil en el pecho que le hizo tambalear. Ese mismo mes, en unas maniobras en Chinchilla (Albacete), Pérez Díaz llegó tarde a la sesión de gimnasia matinal junto con otros dos soldados. El cabo les advirtió que les iba a pegar "hasta que le sangraran las manos". Y luego comenzó a darles a los tres rezagados golpes con la mano en la nuca y en la cabeza.

En febrero, en unas maniobras en Zulema de los Hueros (Toledo), por separarse en exceso al salvar una brecha, el cabo Pérez Ruiz le golpeó dos o tres veces con la culata de su fusil en el pecho. Días más tarde, el cabo le reprochó que no cargara con parte del armamento que transportaba un compañero. En castigo, le golpeó en el pecho con la culata y la boca del fusil.

El cabo Paulino Pérez Ruiz renovó contrato con el Ejército el pasado mes de agosto a pesar de que sus mandos conocen las denuncias contra él.