Chaves dice que "la movilización" de los andaluces truncaría un cambio constitucional no pactado

El 20º aniversario del Pacto de Antequera -firmado el 4 de diciembre de 1978 por 11 partidos en favor de la autonomía plena- convirtió a la ciudad malagueña en la capital política de la comunidad y sirvió para alertar sobre que Andalucía aspira al máximo nivel de autogobierno y no aceptará una posición subordinada en una posible reforma constitucional. Lo dijeron el titular del Parlamento, Javier Torres Vela, y el presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien aseguró: "Nuestra propia capacidad de movilización impediría cualquier cambio que fuera en contra de la opinión de los andaluces".

El de ayer fue un día de discursos institucionales, recuerdos hacia los partidos que firmaron hace 20 años un pacto para que Andalucía accediera a la autonomía plena por la vía más rápida y, especialmente, de homenaje al que fuera el primer presidente de la Junta preautonómica, Plácido Fernández-Viagas, ya fallecido. Pero la conmemoración, que tuvo un fuerte tono reivindicativo, careció de aire de fiesta, de color (no hubo banderas andaluzas) y calor popular. La inauguración del busto dedicado a Fernández-Viagas en la plaza que lleva su nombre fue un pequeño caos donde consejeros, diputados, antiguos miembros de la Asamblea de Parlamentarios Andaluces y dirigentes de partidos no sabían dónde colocarse, porque no había ningún sitio previsto. Fue ése el lugar escogido por Manuel Chaves para salirse del tono marcadamente institucional de la declaración oficial que, minutos antes, había hecho el Consejo de Gobierno, reunido en sesión extraordinaria, en el ayuntamiento de Antequera. Chaves aseguró que en caso de una "hipotética" reforma de la Constitución habrá que contar con Andalucía y advirtió: "Desde una posición sin complejos, sin mirarnos al ombligo hoy no sería posible una modificación [de la Constitución] que no contara con la opinión de los andaluces. Nuestro peso político, influencia y nuestra propia capacidad de movilización impediría cualquier cambio que fuera en contra de los andaluces y de alterar el principio de igualdad territorial". En el acto institucional celebrado por el Parlamento de Andalucía en la Colegiata de Santa María, el presidente de la Cámara, Javier Torres Vela, abundó en la misma línea, pero con otras palabras: "Andalucía aspira al máximo nivel de autogobierno dentro de la unidad de España y, hoy como ayer, no aceptará una posición subordinada, ni política, ni económica, ni socialmente". Torres Vela no se mostró contrario a modificar la Constitución ("no es un texto inalterable", dijo), pero recordó que ha sido durante su vigencia cuando se ha "conseguido el periodo más largo de estabilidad democrática". El presidente del Parlamento subrayó que la autonomía andaluza se logró sin pegar ni un solo tiro. Lo dijo con estas palabras: "Pocos pueblos pueden sentir la satisfacción de que esas fechas-mitos no recuerden violentos hechos de guerra, sino pacíficas expresiones de voluntad colectiva" como el 4-D y el 28-F. Tanto el discurso de Torres Vela, como la declaración institucional del Consejo de Gobierno fueron acogidas con satisfacción por la mayoría de los representantes de los partidos. La del Ejecutivo autónomo fue, en contraposición con otras declaraciones políticas, extremadamente moderada en la que no se hizo mención a ninguna de las batallas que le enfrentan con el Gobierno de la nación. El propio portavoz del PP, Manuel Atencia, dijo que "suscribía" íntegramente el texto. El manifiesto institucional subraya el papel de Fernández-Viagas como impulsor del Pacto de Antequera y defiende el proceso autonómico como instrumento para superar la marginación económica, el atraso cultural y mejorar la vida de los andaluces. También califica como el "principal enemigo de la vertebración de Andalucía en un solo pueblo" a los localismos y destaca que el situar a la comunidad en el "lugar político" que le corresponde depende del consenso y de la participación de "la sociedad civil".