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Indignación entre los serbios de Bosnia

Las autoridades de la República Sprska (de los serbios), una de las dos entidades de Bosnia-Herzegovina, han expresado su intención de reducir a un mínimo la colaboración con las Fuerzas de Estabilización de la OTAN (SFOR), en señal de protesta por la detención del general Radislav Krstic, acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Internacional de La Haya (TPI).El traslado del presunto genocida a La Haya se retrasó ayer como consecuencia del mal tiempo reinante en Bosnia.

Con indignación recibieron los dirigentes serbobosnios la captura de Krstic, que desempeñaba el cargo de comandante del Quinto Cuerpo del Ejército de la República Sprska y que, a los ojos de los fiscales del TPI, es un sospechoso de haber cometido delitos de genocidio durante la guerra de Bosnia.

El nuevo presidente de la República, el radical nacionalista Nikola Poplasen, calificó la detención de acto terrorista y declaró en un comunicado: "Para la SFOR, cada serbio es un criminal de guerra en potencia".

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