González duda de que Aznar defienda la Constitución cuando negocie con ETA

Felipe González confesó anoche que no está seguro de que el Gobierno "vaya a defender la Constitución como garantía del Estado democrático" en el pulso que mantiene con el PNV y en una hipotética negociación con ETA. El ex presidente del Ejecutivo exhortó a reaccionar contra el cinismo de la vida política, como consecuencia de las apariencias que tratan de mostrar los gobernantes populares, y animó a quitar las caretas "porque hay demasiado baile de disfraces". González recordó que, en 1978, José María Aznar propugnó la abstención activa en vez del voto a favor de la Constitución.

El ex presidente arremetió contra los actuales gobernantes en el acto que cerró la campaña del PSOE para conmemorar los 20 años de la Constitución. González llegó con el candidato a La Moncloa, José Borrell, y el secretario general, Joaquín Almunia, que también intervinieron, y fue muy aplaudido por los 600 asistentes que llenaban el salón de un hotel de Madrid.González se refirió en tono jocoso al comentario hecho anteayer por el presidente del Gobierno, José María Aznar, acerca de que él había defendido la Constitución megáfono en mano en Logroño. "Yo siempre he estado preocupado por su interminable viaje al centro, y temo que eso no es verdad. No estaba de acuerdo ni con el método con que se hizo la Constitución, es decir, el consenso, ni con algunos de sus contenidos básicos. Él propugnó la abstención activa, militante".

También afirmó que el Gobierno va a contar con el apoyo del PSOE para acabar con la violencia terrorista, "con la esperanza de que no ceda al chantaje político porque si hace cesiones políticas se estaría legitimando la violencia pasada, presente y futura", y se estaría echando por tierra el sufrimiento padecido en los últimos 20 años por defender las reglas de juego democráticas.

Dicho eso, y después de resaltar que la gran aportación de la Constitución de 1978 es reconocer la pluralidad de identidades políticas, culturales y territoriales de España, confesó que no está seguro de que esa Constitución "la vaya a defender" el Gobierno "como garantía del Estado democrático".

El ex presidente reconoció que la descentralización del Estado autonómico no tiene que ser asimétrica, pero tampoco discriminatoria, y comentó con guasa que cuando oye a algunos dirigentes nacionalistas que no quieren café para todos él piensa que lo que quieren es "café para ellos y leches para los demás".

Indignado con el uso que hizo el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos de la acepción de "interés general" utilizada hace un año para defender la emisión abierta de partidos de fútbol que ahora -como el del Real Madrid-Vasco de Gama- requieren pago por visión en una plataforma de televisión afín al Gobierno, subrayó que lo que sí que es de interés general es que Barrionuevo y Vera sigan en la cárcel mientras que el etarra Latasa, con siete asesinatos acreditados, haya salido de prisión.

José Borrell, que fue el último en intervenir, afirmó que el PP está destruyendo todos los sistemas de redistribución social de la riqueza y advirtió que el Gobierno está abriendo vías para una asistencia sanitaria de privilegio que destruye la igualdad de acceso a un sistema de salud universal y público. Agregó que la mejor manera de celebrar el 20º aniversario de la Constitución es promover el cumplimiento de derechos en ella recogidos, pero que todavía no pueden ser disfrutados por muchos ciudadanos, como es el acceso a la vivienda y al trabajo.

Por su parte, Joaquín Almunia resaltó que el problema vasco sólo se solucionará con respeto a las reglas de juego de la Constitución y que, por tanto, cualquier intento de soslayar esas normas no sólo tendrá enfrente a los socialistas sino que sería un error histórico.