Unos desconocidos intentan quemar vivos en Valencia a tres inmigrantes africanos

Tres inmigrantes africanos que vivían en una casa abandonada de Valencia estuvieron ayer a punto de ser quemados vivos mientras dormían. A las cinco menos cuarto de la mañana unos desconocidos le prendieron fuego con una botella incenciaria a la casa, situada al final de la calle de Sagunto, Pero los inmigrantes se despertaron a tiempo y lograron salir rápidamente de la casa en llamas. La Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía está convencida de que se trata de una agresión racista, aunque no ha dado con ningún testigo que viera a los autores del fuego. Pese a todo, los agentes sospechan que puede tratarse de jóvenes, tal vez cabezas rapadas o simpatizantes de la extrema derecha. Los dos hermanos sudafricanos, Joseph y Berinie K., de 27 y 34 años, y el liberiano Josep M., de 26, salieron ilesos del incendio. Pero el fuego ha truncado sus planes. La policía comprobó que los tres residían de forma ilegal en España, ya que carecían de documentación, y los detuvo. "Debían tener algo de valor en la casa", comenta un policía, "porque estaban muy ansiosos, deseando que los bomberos apagaran el fuego cuanto antes para entrar a la vivienda". Las dos unidades de Bomberos, que se trasladaron inmediatamente al lugar, controlaron el fuego en escasos minutos. Sin embargo ya era demasiado tarde para los tres inmigrantes. Para entonces las llamas ya habían calcinado cualquier cosa que pudieran guardar en el inmueble, una de las llamadas Casas Viejas de Sant Guillem. Tras la extinción, los bomberos precintaron la casona, que entre el fuego y el estado de abandono en que se encontraba quedó en ruinas. Los vecinos del barrio denuncian que en esa vivienda se traficaba con drogas. Por otra parte, una mujer descubrió a primera hora de la mañana en el número 48 de la calle Baja, en el barrio de El Carme, el cadáver de un indigente. El fallecido, de raza árabe y 25 años, no presentaba señales de violencia.