Marilyn Manson desplegará su aquelarre rockero en la plaza de toros de Leganés
Hace un año, la llegada de Marilyn Manson era calificada como la del Anticristo. Marilyn Manson, un grupo muy perverso de rock que siempre ha hecho de la provocación su seña de identidad. Una fiera liderada por un personaje que basaba su éxito en la repugnancia que despertaba. Ahora, dicen, se ha suavizado, que donde hablaba del demonio, ahora lo hace de Dios. En cualquier caso, su actuación, casi un aquelarre, bajo la cúpula de la plaza de toros de Leganés es lo más destacado de una semana en la que -como siempre- sigue habiendo de todo. Por ejemplo, la conclusión del II Festival Flamenco A corazón abierto con dos mujeres que han renovado el baile y el cante: Sara Baras y Niña Pastori.
Rock. Mechanical animals se llama el disco en el que, supuestamente, se ha ablandado Marilyn Manson. Es cierto que es menos siniestro que toda su obra anterior, pero acogido ahora al glam y a la ambigüedad sexual -en la portada no se sabe bien qué es- Marilyn Manson sigue desplegando toda su rabia espeluznante. En sus conciertos, casi aquelarres, la catarsis está asegurada. Finalmente, Rob Zombie, un grupo también de hechuras duras que figuraba como telonero, ha suspendido su gira europea asegurando así aún más, si cabe, el protagonismo de Marilyn Manson en Leganés.El otro concierto provocador de la semana viene de la mano de Pansy Division, un grupo de punki californiano que reivindica el poder gay. Formado por homosexuales declarados, en su reciente disco Absurd pop song romance, Pansy Division ha abandonado las letras irónicas sobre la homosexualidad, aunque sigue manteniendo la actitud. En menor medida, también resultan provocadores los catalanes Azucarillo Kings. Su repertorio es una revisión delirante y humorística de muchos de los éxitos discotequeros de los años setenta, desde Travolta a Michael Jackson, de libre traducción al castellano. Es posible que su versión disparatada del célebre Smoke on the water -Humo en el water, para ellos- desate las iras de los incondicionales de Deep Purple.
El rock de la semana termina con el triple concierto de Jack, Hefner y Cuba, tres artistas del sello Everlasting Records, que celebra con un disco recopilatorio y una gira sus cinco años editando artistas independientes de todo el planeta.
Flamenco. El flamenco está muy presente estos días en varios frentes. Por un lado, concluye ya el II Festival Flamenco A corazón abierto con dos mujeres que han renovado el baile y el cante: Sara Baras, que ha revolucionado las coreografías flamencas atreviéndose a bailar vestida de hombre, algo que sólo había hecho la mítica Carmen Amaya, y Niña Pastori, que aporta su voz cristalina y juvenil de cantaora paya con registros parecidos al rajo gitano. El segundo disco de Niña Pastori, Eres luz, acaba de obtener el premio Amigo al mejor álbum de flamenco del año. Y por otro, Dorantes, que ha sabido dar al piano clásico jondura y duende; y Navajita Plateá, que a la jondura le añade blues. Desde mi azotea se llama el tercer disco de este dúo jerezano y que justifica su concierto del jueves.
Cantautores. Este sector está representado por dos cantantes con un mismo nombre: Javier. Mezclándose con el jazz, el pop y el flamenco, está Ruibal, y con la música antigua y de raiz, Bergia. Dos artistas exquisitos que deberían merecer mayor reconocimiento. Placentero resulta también Eduardo Laguillo, un multiinstrumentista de sabiduría que se pasa la semana entera en el Central entregado a la investigación sonora y a las nuevas músicas.
Étnicos. Las irlandesas Cherish The Ladies vienen a confirmar el predicamento enorme que las músicas de raíz celta tienen entre el público español. Su espectáculo de bailes e instrumentos tradicionales es una verdadera preciosidad por lo comedido y ajustado que está todo. Sobre su último disco, Threads of time, versará el espectáculo.Además, la semana vale aún para ver un grupo de música popular senegalesa. Diengoz, representante de la etnia wolof, la pone en Suristán en un concierto en el que antes se servirá una cena tradicional al estilo de Senegal.
Hip-hop. La variante española se manifiesta con D. J. Kun, el rapero que ha dado uno de los éxitos de este verano, Ponle sabor. Su disco debú, Latin Kilombo, que presenta en La Riviera, demuestra que también es posible hacer rap en castellano con melodías y mezclas de ritmos, algo que olvidan los demás grupos nacionales de rap, demasiado agresivos y sin musicalidad ninguna.
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