Los argentinos eligen hoy en las urnas al candidato a derrotar al peronismo

En una elección primaria inédita, los ciudadanos argentinos habilitados para votar que deseen hacerlo -con la única excepción de los afiliados peronistas- elegirán hoy al candidato de la Alianza de la oposición y al que sería, según indican las encuestas, el próximo presidente argentino si las elecciones generales se celebraran ahora, y no en el segundo semestre de 1999. Las personas consultadas en los días previos no reconocen propuestas diferentes entre los postulantes, Graciela Fernández Meijide, de 67 años, candidata del Frepaso (Frente para un País Solidario), una coalición de peronistas antimenemistas, socialistas, democristianos y militantes que provienen de otros partidos de izquierda, y Fernando de la Rúa, de 61 años, el candidato de la histórica Unión Cívica Radical, actual jefe del Gobierno autónomo de Buenos Aires. "Son estilos diferentes", coinciden analistas y votantes. "Cada uno tiene lo que le falta al otro".Unos tres millones, de un censo de 19, acudirán a las urnas, según los últimos sondeos. El propio De la Rúa, quien se perfila claramente como ganador en los sondeos con una ventaja superior al 10% en todo el país, admite que en esta elección "nadie pierde". El candidato radical considera que el de la Alianza "es un proyecto común" y que hoy entre dos y tres millones de ciudadanos van a sumar fuerzas "para fortalecer la voluntad de iniciar juntos una nueva etapa histórica y promover un cambio serio en el país". Los anuncios publicitarios de su campaña recogen la imagen con la que De la Rúa explica sencillamente lo que han significado casi 10 años del Gobierno de Carlos Menem para el país. "Ellos dicen que Argentina ha despegado y, efectivamente, yo creo que en ese avión del menemismo los pocos que se han subido se llevaron todo. Pero la mayoría se ha quedado afuera, mirando. Llegó la hora de la gente".

A su vez, la ex profesora de francés y actual senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, Graciela Fernández Meijide, o sencillamente Graciela, como la llama todo el mundo, dice que "sí hay diferencias" entre ella y De la Rúa. "Yo no sé si él tiene tanta energía para combatir la corrupción". Para Graciela, "no puede haber dudas sobre la honestidad de un Gobierno."