Castristas y disidentes se enfrentan a golpes ante un tribunal en La Habana

La policía cubana detuvo ayer a varios opositores en el transcurso de un violento enfrentamiento entre disidentes y defensores del Gobierno, que se convirtió en el desorden público más grave desde los que tuvieron lugar en el malecón el 5 de agosto de 1994.El incidente se produjo en la mañana de ayer, a las puertas del Tribunal Provincial, frente al Capitolio de La Habana. Allí iba a ser juzgado por "injurias" el periodista Mario Viera González. Mientras Viera hacía declaraciones a la prensa extranjera, detractores y simpatizantes de Fidel Castro se enzarzaron en una discusión que acabó con agresiones contra al menos un disidente y varios periodistas. Tras media hora de trifulca, la policía intervino para restablecer el orden y se llevó detenidos a cinco personas, al parecer todos opositores.

El juicio contra Mario Viera González, de 59 años, estaba fijado para las nueve de la mañana (las tres de la tarde en la península). Entre los observadores y periodistas extranjeros acreditados no se descartaba la posibilidad de que estallaran incidentes durante la vista oral, ya que en septiembre de este año hubo otro desorden a las puertas de ese mismo tribunal durante el juicio contra el disidente Reinaldo Alfaro.

Viera, miembro de la ilegal agencia de prensa independiente Cuba Verdad, está acusado de transmitir por Internet un artículo titulado Moral en calzoncillos en el cual cuestionaba la posición del Gobierno cubano ante la formación de un Tribunal Penal Internacional en Roma. En dicho texto, Viera arremetía contra los argumentos del Ejecutivo cubano, que se manifestó a favor de la creación de dicho tribunal siempre y cuando fuese "independiente e imparcial", algo que, según denunció Viera en su artículo, no sucede con los cubanos.

Un Padrenuestro provocador

El incidente se produjo cuando Viera conversaba con varios periodistas extranjeros a la puerta del tribunal. Una veintena de disidentes y amigos del acusado, para quién el fiscal solicita un año de cárcel, empezó a recitar en alta voz un Padrenuestro. De pronto, entre el tumulto, alguien gritó: "¡Viva a Mario, que defiende la libertad de los cubanos!" En ese momento un grupo de mujeres y fornidos simpatizantes del régimen replicó: "¡Viva la Revolución! y ¡Viva Fidel! Apareció una bandera cubana en sus manos y de los gritos pasaron a las manos.Un hombre sin identificar persiguió y golpeó ante los ojos de un grupo de unos 200 curiosos y periodistas al disidente Norberto Miranda, miembro del pequeño grupo anticastrista Colegio de Pedagogos. Momentos después, intervino la policía y detuvo a Miranda. Uno de los testigos aseguró que al menos uno de los policías pateó al disidente antes de meterlo en el coche patrulla.