Los jueces agilizan el reparto de los bienes de cientos de divorciados
El decano de los jueces de Valencia, Fernando de Rosa, ha desbloqueado el reparto de los bienes gananciales de cientos de parejas que tras separarse o divorciarse no han podido acceder a parte de su antiguo patrimonio merced al conflicto que enfrentaba a los juzgados de Primera Instancia (23) con los de Familia (dos). De Rosa, en aplicación de la reiterada jurisprudencia emanada de varias sentencias del Tribunal Supremo y la Audiencia de Valencia, ha acabado con una situación que rozaba el absurdo y perjudicaba directa y gravemente a multitud de ciudadanos. Los magistrados de Primera Instancia se negaban a ejecutar la liquidación de bienes gananciales al entender que esta tarea era competencia de sus colegas de Familia. Éstos, por su parte, hacían lo propio acogiéndose a las normas de reparto que regían en los juzgados de Valencia, que derivaban hasta los 23 juzgados de Primera Instancia estos asuntos. En definitiva: unos por otros, y los casos sin resolver. Durante 1997, 1.200 parejas llevaron los contenciosos de sus separaciones y divorcios hasta los tribunales. La discusión burocrática ralentizaba aún más la ya exasperante lentitud de la justicia, agravada porque una tercera instancia -la Audiencia de Valencia- tuvo que intervenir en muchos casos para aclarar qué órgano judicial era competente a la hora de decidir qué cónyuge conservaría el coche, la casa, el dinero o cualquier otro bien material que la pareja -ya separada- compartía. Gran carga de trabajo No obstante, en el conflicto entre dos colectivos de la judicatura subyace el enorme volumen de trabajo que ambos soportan. Los juzgados de Primera Instancia cerraron el último ejercicio con 14.458 asuntos pendientes de resolución; los de familia, con 1.061. La mayoría de los procedimientos civiles impulsados para que el juez resolviera, con la información aportada por las partes, que bienes correspondían a cada miembro del antiguo matrimonio, han engrosado de manera considerable esas listas en los últimos meses. De cualquier manera, la resolución del juez decano implicará, en principio, la aceleración de la resolución de estos conflictos, que enturbiaban la casi siempre desagradable ruptura matrimonial. Varios abogados matrimonialistas habían denunciado ante los magistrados esta situación, que califican de "kafkiana e insostenible". Ahora, en el peor de los casos, la decisión de de Rosa desbloquea la resolución de cientos de pleitos de esta naturaleza, que en un futuro podrían ser resueltos en un plazo razonable si finalmente se crea el tercer juzgado de familia en Valencia, insistentemente demandado por la junta de jueces.
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