Las buenas intenciones
El Festival de Ópera de Bolsillo de Barcelona, el Festival de Músicas Contemporáneas de Barcelona, el gran Teatre del Liceu, el Festival de Otoño de Madrid, el Mercado de las Flores de Barcelona y el Teatro Malic de Barcelona han unido sus fuerzas para realizar una ópera sobre el 98, con escenas en la guerra de Cuba, la época precastrista y el Madrid actual. Es un trabajo bienintencionado, ambicioso y algo disperso en lo literario. La música -de procedencias cultas y populares- está construida con esmero y fluidez, aunque no alcanza el contraste que necesita una obra dramática.La chispa de comunicación entre escenario y sala no acaba de saltar. ¿Por qué? Seguramente por la carencia de teatralidad: en la música, en el tratamiento escénico, en las situaciones. Suena notablemente la orquesta, tiene buenas maneras su director, canta estupendamente Antoni Comas y tiene una atractiva actuación vocal Marisa Martins, pero al espectáculo le falta redondez. El esfuerzo hay que mirarlo, no obstante, con simpatía. Todos los elementos puestos en juego son dignos de elogio y aplauso, pero una música estupenda, un proyecto oportuno y unos intérpretes correctos no siempre son garantía suficiente para conseguir una buena ópera.
Ruleta
Música de Enric Palomar. Libreto de Ana María Moix y Rafael Sender. Conjunto instrumental de la Orquesta del Liceu. Director musical: Joan Grimalt. Dirección escénica: J. A. Sánchez-Aznar. Coordinador del proyecto: T. Rumbau. Con J. Fefrrer, A. Montserrat, A. Comas, M. Martins y N. Rial. Teatro de la Abadía, 26 de noviembre.