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Setién pide que se reconozcan los derechos de presos y víctimas antes de negociar

Aurora Intxausti

El reconocimiento de los derechos de las víctimas del terrorismo y de los presos de ETA son aspectos que deben solucionarse con urgencia porque forman parte de una exigencia de paz que debe ser previa a cualquier proceso de negociación. Esto defendió ayer el obispo de San Sebastián, José María Setién, con motivo de la presentación de la pastoral Caminemos juntos hacia la pacificación, que ha elaborado para el Adviento. El prelado alabó la decisión del presidente del Gobierno, José María Aznar, de mantener un encuentro con el mundo de ETA y dijo que es "un paso importante" para lograr la paz.En la pastoral, Setién dice que es necesario que se satisfagan con "especial premura" los derechos de las personas que "han padecido los daños económicos y sociales de las acciones terroristas" y al mismo tiempo considera que "los derechos de los presos vinculados a acciones terroristas deben ser reconocidos y cumplidos, en razón de la justicia, de las leyes y de otras normas que los tutelan". Setién, optimista ante el logro de la paz en Euskadi, dijo que el proceso será largo y que va a ser imprescindible mirar hacia el futuro sin olvidar el pasado.

El prelado vasco dedica buena parte de su carta navideña a hablar del perdón y la reconciliación, ya que cree que ambas cuestiones deben convertirse en "una tarea colectiva, ordenada a crear actitudes y modos de comportamiento que ayuden a superar rechazos, rencores, odios y ánimos de venganza".

El obispo considera imprescindible que en ese proceso de negociación "se hable, ceda, respete, para que la solución no sea una imposición de nadie". En opinión de Setién, sería "demasiado arriesgado" dejar la solución de la violencia en el País Vasco sólo en manos del "juego democrático de las mayorías y las minorías", sino que es necesario que se alcance "por la vía de los consensos generalizados". La pastoral mantiene, además, que "no es conforme a la verdad pretender invalidar la existencia de derechos colectivos de los pueblos, diciendo que son sólamente las personas individuales los auténticos portadores de los derechos". En la pastoral se afirma que para conseguir la paz tal vez sea importante que "la sociedad someta a estudio, debate y valoración la idoneidad de las normas jurídicas que definen el modo de ejercer el derecho a expresar y hacer operativa la voluntad política de las personas y los pueblos". Aclara que cuando habla de modificar normas jurídicas no se refiere expresamente a la Constitución porque cree que él "no tiene que decir a los políticos lo que tienen que hacer".

Entretanto, el Foro de Ermua dijo ayer en un manifiesto que ETA debe pedir perdón a las víctimas y a la sociedad "cuya libertad de expresión llevan 20 años reprimiendo". Este grupo considera "moralmente indecente desviar la responsabilidad de los crímenes sobre quienes no acceden a las demandas de los criminales", y acusó a los partidos nacionalistas de deslealtad hacia la Constitución.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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