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Liberados los detenidos por el incendio de Sevilla, que se inició durante una chapuza

Jorge A. Rodríguez

Los dos detenidos por el incendio que en unos minutos convirtió en pavesas la balconada de poliéster un edificio de 11 plantas de Sevilla quedaron ayer en libertad. El soldador Antonio Sánchez, el hombre que blandía el soplete que originó el fuego, y Juan José Medina, copropietario de la empresa Reparahogar -que hacía trabajos de mantenimiento en el bloque-, declararon durante una hora y media en el Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, del que salieron en libertad sin fianza pero imputados de un posible delito de imprudencia temeraria. El soldador testificó que el fuego prendió cuando se afanaba en una chapuza que le había pedido que hiciera el portero del edificio Oriente. El soldador, un trabajador en paro que acepta todo tipo de trabajos, llegó al juzgado visiblemente cansado. Durante una hora relató al juez cómo fueron los hechos que desembocaron en el incendio en el que murió una persona, nueve sufrieron lesiones, tres pisos quedaron totalmente destruidos y otros 19 con serios desperfectos por la combinación de fuego, humo y agua. Antonio Sánchez dijo que llevaba dos días haciendo el mismo tipo de reparaciones en la planta baja del edificio sin problema ninguno, según explicó su abogado, Manuel Fernández Ochavo. El soldador tenía el encargo de Reparahogar de arreglar partes de la fachada, pero el lunes aún no había llegado el material necesario, por lo que el portero le indicó que, ya que estaba allí, pusiera unos puntos de soldadura. En eso estaba el martes cuando una chispa del soplete saltó sobre las cortinas de una vecina que había hecho caso omiso de su petición de que retirara las telas. Éstas se prendieron y con ellas las planchas de poliéster. Lo que siguió fue todo llamas. El copropietario de Reparahogar, una sociedad civil dedicada a prestar servicios varios, confesó que mantenía con el soldador un contrato verbal a prueba y que lo había destinado al edificio Oriente, según fuentes judiciales. Sin embargo, el trabajo que originó el incendio no estaba supuestamente incluido en el encargo recibido por Reparahogar. Esta empresa tiene todos sus papeles en regla, un seguro de responsabilidad con la empresa Santa Lucía y trabaja habitualmente con aseguradoras o comunidades de vecinos. Los encargos recibidos por el edificio Oriente habían sido presupuestados y documentados, según el otro copropietario, que no ha sido imputado. Soldador y empresario tendrán que presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Entretanto, tendrán que pasar por el juzgado el portero de la finca, el administrador, el presidente de la comunidad, entre otros. El Código Penal prevé fuertes penas, de cinco a diez años, para las imprudencias graves que originen incendios con riesgo para la vida, como es el caso.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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