Cuestión de dinero
La llegada del profesionalismo complica la existencia del Getxo Artea y del Jolaseta
"Hasta hoy, tanto el rugby como el hockey se mantenían como los deportes aficionados por excelencia. Sin embargo, el dinero comienza a llegar a ambos en un profesionalismo encubierto por el momento", asegura José Ormaza. El entrenador del Jolaseta ha debido comenzar la temporada en la División de Honor de hockey hierba sabiendo que uno de sus jugadores habituales se había marchado al Atlético San Sebastián por dinero, algo inédito hasta el momento. No es el único caso en el deporte vizcaíno. Curiosamente, el otro equipo getxotarra de élite, el Getxo Artea, que milita en la División de Honor de rugby, también ha sido tocado por la plaga del profesionalismo. Cuatro de sus jugadores han abandonado el club por la simple razón, desconocida hasta el momento, de que otros equipos estaban dispuestos a pagar por sus servicios. El representante de Oviedo ha contratado a tres de ellos. "Allí les pagan la carrera universitaria, además de la vivienda y algún otro gasto", señala el entrenador del Getxo, José Luis Martínez, quien recuerda que, hasta ahora, la única razón para dejar el equipo era un cambio de casa o de trabajo. Los protagonistas asimilan la situación como la evolución lógica de deportes que quizás se habían quedado demasiado anclados en el pasado. "El club te da la camiseta, el pantalón y las medias. Todo lo restante debe aportarlo el propio jugador", señala Martínez. "Cada uno de los miembros del Getxo Artea debe poner de su bolsillo más de 50.000 pesetas anuales para botas, gastos y demás", agrega. "Desde luego que a nosotros también nos gustaría tener menos romanticismo y poder prescindir, por ejemplo, de montar una txosna con la que recaudar parte del presupuesto, pero eso, hoy por hoy, es una utopía ", se lamenta. La introducción del profesionalismo se entiende como "inevitable. El futuro está en la necesidad de buscar patrocinador para sobrevivir", asegura José Ormaza. "Difícilmente alguien va a estar dispuesto a poner dinero en un deporte como el hockey hierba que pasa casi inadvertido para los medios de comunicación", reconoce. Más esperanzado, el responsable deportivo del Getxo confía en que la llegada del dinero genere "mayor presencia de público". La evolución viene obligada no solo por la propia competición española, sino también por la de los países vecinos. Así, además de los fichajes realizados por sus rivales, el Getxo ve amenazada su posición por la injerencia de clubes extranjeros. "Ya la temporada anterior, jugadores como Óscar Astarloa o Iñaki Laskurain fueron fichados por el Aviron de Bayona. Allí se dedican únicamente a entrenar y jugar. Tienen una ficha anual y cobran primas por partido, algo absolutamente impensable por aquí", destaca el entrenador del Getxo Artea. Pero el hecho también tiene un aspecto positivo: el mayor aliciente para los futuros jugadores. "Ojalá cuando empezamos a jugar a rugby hubiéramos tenido nosotros semejantes expectativas", destaca un José Luis Martínez más esperanzado que su homólogo del Jolaseta.
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