Las reformas legales y los métodos de prevención centran unas jornadas sobre violencia doméstica
Valencia despertó ayer con la violencia doméstica como protagonista. Sin embargo, los malos tratos a las mujeres, impunes en muchos hogares y noticia habitual en las páginas de sucesos, se limitaron por una vez a ser sólo el tema central de un foro de debate: las cuartas jornadas sobre la Violencia de género en la sociedad actual, inauguradas por la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante. El análisis de las próximas reformas legales y los métodos policiales para prevenir los malos tratos abrieron las primeras conferencias, en las que también se intentó hacer la radiografía psíquica -se alertó contra "el hombre encantador"- y química -los transmisores neuronales como posible causa- del agresor.
Para hablar de las reformas legales llegó la ministra, cuya conferencia se centró en las ventajas que aportará la futura ley orgánica de modificación del Código Penal en materia de protección a las víctimas de los malos tratos y de la ley de Enjuiciamiento Criminal. Una norma que dará herramientas a los jueces para alejar a los "convivientes" brutales (maridos o parejas) de las mujeres maltratadas. También para que sea el ministerio fiscal o hasta terceras personas las que puedan denunciar los hechos. En cuanto a los agresores, Sandra Horley, psicóloga social y fundadora de la primera casa refugio para mujeres de Inglaterra, que ahora sirve de modelo a media Europa, fue la encargada de advertir contra las engañosas amabilidades de muchos hombres adorables. El síndrome del encanto. Por qué hombres encantadores pueden convertirse en peligrosos amantes se tituló su conferencia, en la que describió cómo en sus años de trabajo muchas mujeres habían descrito a sus brutales agresores conyugales como encantadores y caballerosos en los inicios de la relación. "No por norma", advirtió Horley, "pero puede ser que un hombre encantador, después de tener un compromiso con la mujer, se vuelva dominante, sea el único que tome las decisiones y se convierta en un ser violento". Varones seductores, atentos y amables, quizá como Joaquín Ferrándiz, el asesino en serie confeso de Castellón, pueden transformarse, según esta teoría en brutales compañeros de sofá. No compartió esta opinión otro de los expertos invitados, el psiquiatra José A. López Risueño, que habló de las Bases biológicas de la agresividad y la sexualidad. Según dijo, "un señor que pega a su señora, lo más probable es que sea bastante vulgar", es decir, no se restringe a un perfil determinado. Sin embargo, describió la correlación detectada entre el déficit en la transmisión del sistema serotoninérgico ("falta de serotonina en el cerebro", resumió) y los comportamientos violentos. Así, las personas con problemas en este neurotransmisor tendrían una gran irritabilidad habitual y una hiperexcitación sexual. Es más, explicó que los antidepresivos suelen incidir en la cantidad de serotonina en el cerebro (aumentando su producción o incentivando su recaptación). Y, según dijo, "los medicamentos más vendidos, después de antibióticos y antiinflamatorios, son los que aumentan la serotonina en el cerebro [antidepresivos y similares]". Su conclusión es que la sociedad está viviendo "una pandemia serotoninérgica". Y la posible causa: bases géneticas del individuo quizá potenciadas por el estrés y otras patologías de las fórmulas de vida moderna.
Miró defiende su plan urgente contra los malos tratos sin presupuestos específicos
Marcela Miró, titular de la Consejería de Bienestar Social, departamento que organizó las jornadas sobre La violencia de género en la sociedad actual que ayer se inauguraron en Valencia, aprovechó el acto para hacer declaraciones laudatorias al Plan de acción urgente del Gobierno Valenciano para luchar contra la violencia que se ejerce contra las mujeres. Defendió la oportunidad del mismo, apoyada por el incremento de la sensibilidad social ante el problema, pero no explicó por qué el plan urgente no lleva una consignación específica dentro de los Presupuestos de 1999, en los que tan sólo figuran ocho millones de pesetas en una partida cuyo nombre hace mención a la prevención de la violencia familiar. Mientras, la dilución en los presupuestos de los millones dedicados por Bienestar Social al problema alimenta las críticas de la oposición, que no logra saber cómo los lee Miró. La consejera volvió a defender ayer que ha dedicado "íntegra y exclusivamente" 535 millones de pesetas a la lucha contra la violencia de género. Para ello, dice que suma muchas partidas, "y no sólo de la Dirección General de la Mujer", dedicadas a los malos tratos. También dice que no ha metido de bulto todas las partidas dedicadas a la mujer ("entonces sumarían más de 1.000 millones"). Sin embargo, el PSPV se aferra a la respuesta parlamentaria de junio pasado, ante una pregunta de la diputada socialista Lourdes Alonso, en la que Miró dijo que en 1998 se iba a gastar 243 millones (casi 300 menos que lo afirmado ahora), de los que 224 eran para gastos corrientes y sólo 21 en inversiones. Entre las buenas nuevas, Miró anunció la apertura de dos centros Mujer 24 Horas antes de fin de año: en Castellón y Alicante.
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