La moda de las tallas pequeñas
Tras la lectura de la última página de EL PAÍS del día 10 de noviembre, quiero aclarar en primer lugar una cosa, la anorexia no es síndrome de la moda, no coges un día y te propones ser una enferma para estar a la moda. Estoy de acuerdo en que sí influye. Estamos rodeados de cuerpos perfectos, delgados y hasta extremadamente delgados (publicidad, cine...). Lo que más me llama la atención, y de una manera más que irritante, es la pesadilla de las tallas. Soy una chica de 23 años y no estoy delgada, no gorda, pero entro en una tienda, cojo una prenda que me gusta y... sólo tienen tres tallas: pequeña, mediana y grande. Cojo la grande y me encuentro con lo de siempre: con sudores y esfuerzos, me embuto en ella y parezco un salchichón. Es, como mucho, una talla 40, y ¡es la talla grande! Multiplica este suplicio por todas las tiendas existentes: frustración. Luego te venden la autoestima, el que hay que estar satisfecho con el propio cuerpo... y pones la tele, vas a una tienda y te venden otra historia: que, como no adelgaces, no cabes en esa prenda. No todas las partes del cuerpo se pueden modificar adelgazando, ni te vas a amputar lo que no esté a la moda, como parece que hacen las que tienen dinero. Estoy harta de la maldita frase que todo el mundo ha dicho u oído alguna vez: "Tengo que adelgazar para caber en ese pantalón/ camiseta". Y de casi estar obligada a padecer compasión por parte de dependientes (en algunas tiendas contratan aspirantes a modelo) al pedir otra talla más ¿grande? Estoy segura de que hay muchas adolescentes, jóvenes y mujeres que también se encuentran en esta situación.-
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