_
_
_
_

Los carillones silenciados de Madrid

El toque de las 14.30 desde las esferas de la torre central del Palacio de Comunicaciones fue en Madrid, durante muchos años, la señal diaria decisiva para separar la mañana de la tarde. Era una suerte de referencia que jalonaba la hora de la comida de los madrileños. La señal era retransmitida diariamente por los famosos partes, o diarios hablados, de Radio Nacional de España. Hoy esas esferas han enmudecido.No muy lejos, otro gran reloj, el del Banco Central, hoy Central-Hispano, soltaba al aire sones de conocidos chotis que se mezclaban con el toque horario agudo del gran reloj que corona el cercano Banco de España, con minutado y saetas de bronce.

Salvo contadas excepciones, la ciudad de Madrid carece hoy de este tipo de música urbana, ya que los carillones han sido silenciados en su mayoría, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades europeas de Suiza, Austria, Reino Unido, Bélgica y Holanda.

Más información
Relojes mayores con reparos

Sones europeos

En las ciudades de dichos países, esta música prolifera desde sus numerosos relojes de fachada. Sus sones, que incorporan a veces la evolución rítmica de figuras vistosas o deslumbrantes engranajes, otorgan a los espacios urbanos una mansedumbre momentánea, ritual y alegre, lejos de la prisa y la fatiga ciudadanas.Parece conectarles a su historia, señaladamente al siglo XVIII, la centuria en la que la Ilustración llevó la música a las alturas.

Abundan también en Europa, aunque en Madrid escasean, los relojes florales. La ciudad de Algete exhibió uno durante cierto tiempo. Eso sí, requieren de mucha atención jardinera.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_