Los maestros reclaman planes de acogida para el alumnado inmigrante

Los profesores no disponen de las directrices pedagógicas ni de los recursos materiales suficientes para afrontar con garantías de éxito la educación de un alumnado definido por una creciente multiculturalidad. Ésta fue una queja común entre los profesores participantes en el simposio Lengua, educación e inmigración, que se clausuró el sábado en Girona. El éxito de la convocatoria, que reunió a unos 300 profesores, sirvió para constatar la desorientación en que está sumida buena parte de la comunidad educativa a la hora de atacar los problemas que derivan del fenómeno de la inmigración. Los educadores criticaron a la Generalitat por dejar en manos de organizaciones de voluntariado, como Cáritas y Cruz Roja, o de los objetores, al alumnado inmigrante. También se reclamó la implantación del mediador cultural. Los participantes en el foro consideran muy grave que el Departamento de Enseñanza no haya definido todavía un modelo de acogida para el alumnado inmigrante. El debate en torno a la integración de estos alumnos recién llegados se sitúa entre dos posturas contrapuestas: la primera propone crear aulas especiales, con el consiguiente peligro de segregación, y la segunda defiende integrarlos de manera inmediata a las clases, minimizando el inevitable choque cultural. Los profesores con mayor experiencia en aulas multiculturales parecen inclinarse por un modelo intermedio que se utiliza en Quebec. Según esta fórmula, el alumno extranjero recién llegado recibe clases especiales de lengua, geografía y pautas culturales, pero también se integra inmediatamente en el aula a través de las clases de música o gimnasia, en las que la lengua no es un obstáculo insalvable. Miguel Siguán, catedrático de Ciencias de la Educación, aseguró que la política que se sigue actualmente con la emigración consiste en "esconder la cabeza debajo del ala". Siguán reclamó mayor flexibilidad para los centros de enseñanza y alertó sobre la necesidad de cambiar el rumbo actual, que lleva hacia un modelo de escuelas diferentes para ricos y pobres.