El chiste aislado de Aznar

Las delegaciones española y francesa salieron de la cumbre de La Rochelle visiblemente satisfechas por el clima de entendimiento y por los progresos alcanzados en estas dos jornadas. Pareció que esta vez las declaraciones respondían escrupulosamente a la realidad.El presidente francés, Jacques Chirac, inició su intervención en la conferencia de prensa afirmando que de todas las cumbres bilaterales a la que él ha asistido en su dilatada vida política, ésta le había parecido de las más agradables.

Sólo un escarceo dialéctico, una broma hecha por José María Aznar para salir del paso de un pregunta incómoda ensombreció por un momento el rostro del jefe del Gobierno francés, Lionel Jospin.

A la pregunta de un periodista de France 2 interesado en saber si el presidente español se sentía aislado en una Unión Europea dominada casi absolutamente por la socialdemocracia, Aznar respondió con celeridad señalando a Jospin: "El único aislado en esta mesa es él".

El presidente español saludó su gracia con una carcajada algo estruendosa, destinada probablemente a subrayar el carácter jocoso de su intervención, pero dichas así, en francés, sus palabras sonaron poco comedidas, demasiado directas y fuertes.

Algunos periodistas franceses intercambiaron gestos de sorpresa y aunque el primer ministro francés se esforzó por dar carta de naturaleza a la broma, indicando que efectivamente él se encontraba en minoría entre Chirac y Aznar, no pudo evitar un gesto de disgusto.

Sin duda, Jospin no apreció en absoluto la reacción de José María Aznar, que incide por lo demás en la clave interna francesa, siempre espinosa, de la forzada cohabitación entre un presidente de la República conservador y un primer ministro socialista, líder de la "izquierda plural" que hoy gobierna Francia.