Los gemelos MP & MP Rosado Garcés, con 27 años, conquistan el mercado andaluz del arte

Inocencia, frescura creativa e imaginación son las bazas que juegan MP & MP Rosado Garcés. Los gemelos de San Fernando (Cádiz) tienen 27 años y están batiendo récords en el mundo del arte andaluz. Lo más sorprendente, hasta ahora, es que viven de su trabajo como artistas desde hace cuatro años, incluso antes de que acabaran la carrera de Bellas Artes. Los hermanos Rosado Garcés inauguraron el pasado viernes, en la galería Magda Bellotti de Algeciras, la muestra Gran sombra verde. El pasado octubre realizaron otra exposición en la galería Buades de Madrid.

Sus instalaciones, nacidas de esculturas, objetos y fotografías manipuladas, han cautivado a muchos coleccionistas y su currículo está poblado de premios, becas e instituciones que han adquirido sus obras. "A nosotros el éxito no nos da vértigo. La gente que está relacionada con el arte no para de decirnos que tengamos cuidado", dice Manuel Pedro Rosado Garcés. Los padres de los gemelos les pusieron nombres con las mismas iniciales. El otro hermano se llama Miguel Pablo. "Nosotros no vamos acelerados, todos dicen que esto es muy lento, pero es lento cuanto tú quieres. Simplemente, las cosas van bien", dice Manuel Pedro. Sus obras, la mayoría esculturas de resinas y ceras, forman parte de las colecciones de la Junta de Andalucía, las diputaciones de Cádiz y Córdoba, la Fundación Miró o las de la Caja de San Fernando de Sevilla y de Unicaja. "Nosotros nos compenetramos bien, tenemos las mismas ideas y nos gustan los mismos artistas. Discutimos en el proceso creativo, cuando se trata de incluir unos elementos u otros. Manuel tiene una tendencia un poco barroca y yo lo compenso", comenta Miguel Pablo. En Gran sombra verde, un título que han sacado de un texto de Julio Cortázar, los gemelos hablan de islas que son a la vez paraísos y cárceles. La muestra, que estará abierta hasta el 17 de diciembre, se compone de 12 obras que incluyen varias piezas cada una. Además de las resinas, ceras y fotografías sobre acetato, los artistas introducen en sus obras plantas de plástico y césped artificial. "En nuestras islas no es todo placentero. Al final se pueden convertir en una cárcel y el que las habita sentirse un náugrafo", dice Miguel Pablo. En la muestra, los hermanos han utilizado una muñeca hinchable comprada en un sex-shop. "La resina es un material poco común y tiene una referencia totalmente contemporánea. Da la sensación de morbosidad y, también, de frescura", añade Manuel Pedro.