Nada que ganar
La marginación que IU se ha autoimpuesto como consecuencia de la estrategia de la pinza, practicada durante la legislatura autonómica de 1994 a 1996, ha convertido al PA en el único partido "complementario" para la formación de Gobierno en Andalucía. Esto es lo que caracteriza su posición en estos momentos en el sistema político andaluz. Posición sumamente ventajosa, ya que el PA es complementario en estos momentos del PSOE, pero puede serlo también eventualmente del PP en el futuro. Con la actitud de IU es más que probable que el PA sea un elemento fijo en todos los futuros Gobiernos de Andalucía. Ahora bien, esta posición no la tiene garantizada. El PA ha cometido muchos errores en el pasado y no tiene fijada su imagen entre el electorado, como consecuencia de las múltiples maniobras que protagonizó en el pasado y que no fue capaz de explicar y hacer entender a la opinión pública. Cualquier nuevo error, cualquier maniobra que no sea entendida por el electorado, puede conducir a la práctica destrucción del partido. Me parece que esto debería tenerlo muy presente la dirección del PA antes de tomar cualquier iniciativa, como la de intentar aproximarse al Gobierno de la Nación para actuar como mediador entre dicho Gobierno y el de la Junta de Andalucía. Isabel Pedrote informaba el jueves de que ésta era la pretensión del consejero Antonio Ortega, pretensión con la que se pretende diferenciar la imagen del PA de la del PSOE y obviar el "abrazo del oso". Creo que es un error y un error grave. El PA no necesita diferenciarse del PSOE. Está claramente diferenciado. El PSOE como el PP son los partidos de gobierno. El PA es el partido complementario de cualquiera de ellos. Esto es algo que los ciudadanos tienen perfectamente claro. Este es el activo más importante del PA en estos momentos. Es una garantía de gobernabilidad y, por tanto, de estabilidad en el sistema político. Ni más ni menos. Y es mucho. Una maniobra como la de entrar en contacto con Mariano Rajoy para mediar no se sabe muy bien en qué y para qué, en lugar de fortalecer su imagen de partido que contribuye a la gobernabilidad, puede reavivar su imagen de partido maniobrero y poco fiable, que ya ha transmitido varias veces en el pasado y que le ha llevado también en varias ocasiones al borde del precipicio. El PA no tiene que hacer nada para diferenciarse de los demás. Está diferenciado. Lo que tiene que hacer es mantener de manera prolongada en el tiempo la imagen de partido serio y fiable para la formación de Gobierno . Votar al PA, a diferencia de votar a IU, es garantía de que Andalucía tendrá presupuestos y no quedará paralizada su actividad. Esta es la gran baza del PA, el gran regalo que IU le ha hecho. Eso es lo que tiene que hacer valer. No necesita tomar iniciativas para que lo identifiquen y diferencien. No tiene nada que ganar y sí mucho que perder.
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