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Una exposición redescubre la obra cartelista y pictórica de Carlos Landi

La Fundación Kutxa inauguró ayer en San Sebastián una exposición antológica del artista Carlos Landi (Tolosa, 1896-1974) en la que se exhiben los principales trabajos de este pintor que sobresalió por sus carteles de las Semanas Vascas que se celebraron en las décadas de los años 20-30 y que en vida sólo realizó una exposición individual. Su dedicación al interiorismo desde los años 50 le alejó de las presiones del mercado artístico y quizás por ello es un autor sólo reconocido por la crítica especializada.

La exposición, coordinada por Iñaki Moreno Ruiz de Eguino y que permanecerá abierta hasta el 11 de diciembre en la sala Kutxa (Garibai 20), reúne 108 obras entre grabados, óleos, acuarelas, dibujos y carteles. Juan Antonio Garmendia Elósegui, sobrino de Landi, escribe en el catálogo de la muestra que su obra "no es muy copiosa, pero sí de una gran calidad, puesto que fue un extraordinario dibujante y uno de los artistas mejores y más significativos de la preguerra vasca". El profesor y crítico de arte Edorta Kortadi señala que si la obra de Landi no ha tenido demasiada presencia ha sido precisamente por su "propio talante y voluntad, más bien independiente e individualista" y por su forma de vida, ya que desde los años 50 se dedicó al interiorismo y a la creación de una obra personal "sin preocupaciones económicas ni presiones del mercado artístico". Kortadi agrega que su obra es, en última instancia, "bastante personal y transparente, aunque siempre exista una cierta influencia del demandante y de una burguesía adinerada a la que él decoró sus viviendas y residencias". El crítico distingue varias etapas en la trayectoria del artista tolosano desde sus pinturas de los años 20, en las que se inserta en la corriente del realismo objetivo, a la clara influencia cubista de su producción gráfica y cartelista. Subraya en este punto que "las reivindicaciones etnográficas y topográficas están en la base y el fondo de muchas de estas bellísimas composiciones que constituyen algunos de los frisos de romerías, tipos del país y escenas festivas más acertados y exquisitos que en este período se han construido" Landi, contemporáneo de Montes Iturrioz y Flores Kaperotxipi, fue definido en aquella época como "un paisajista que maneja los grises con maestría". Sus paisajes del País Vasco, Mallorca, Madrid, París y Gante también reflejaron sus adscripciones a los tendencias del postimpresionismo, fauvismo, expresionismo y neorrealismo. Luego se dedicó a diseñar algunas de las mejores residencias del País Vasco y Madrid.

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